viernes, 15 de agosto de 2014

El lector inefable
























No deben ser las páginas salmón porque el color no va acorde. Tampoco el Boletín Oficial del Estado porque no suele ser leído por nadie; y menos por personajes de trajes azules a rayas...salvo que busque su nombramiento para el cargo por parte del cacique de su tribu. De un periódico deportivo, descartado: no hay maqueta chirriante de colorines y titulares grandiosos con letras ampulosas, y el chirriante goooool no aparece por ninguna parte. ¿Prensa del corazón, tal vez? No da el formato y al tipo no se le advierten rasgos de tener corazón, ni siquiera el corazón rosa de las revistas rosas. Si se me sugiere que acaso mire una revista porno, pues no sé, ¿hay todavía revistas porno en un mundo de webs de internet?; tampoco me pega que esté en esa pose, aunque hay mirones que tratan de disimular porque su mala conciencia de acendrada fe y perpetuo estado de gracia les persigue. Podría tratarse de un periódico normal, mira por donde, las páginas políticas, las que describen eso que inquieta cada vez menos porque nadie se lo cree. No, no echan humo, ni blanco ni negro, luego tampoco será; no hay papa. Ya caigo, es prensa científica, de esas que difunden descubrimientos que luego se corrigen y desdicen. Pero ¿me puedo creer que ese personaje esté interesado en la ciencia, mejor dicho, en el conocimiento, salvo para introducir mejoras en los planes de robotización y reinversión de sus empresas, que proporcionarán más eliminación de mano de obra? He mirado atentamente, con lupa incluso, la fotografía; y ay, casi se me cuela porque prácticamente está tapado por uno de sus hombros alzados. El hombre de anchas espaldas, que parece decir ahí me las den todas que las tengo bien cubiertas, está leyendo Mein Kampf por entregas, por eso es tan pardo el fondo de la página. Ah, alguien me indica que ayer terminó de leer el Camino.



Viñeta de Vizoso,  http://cachondodejahve.blogspot.com.es/


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