miércoles, 2 de julio de 2014

La Internacional Nueva





Quiero soñar, aunque el título de la entrada parezca exagerado. Sueño con un esfuerzo que llegue a buen puerto. Con un objetivo que merezca la pena, no solo en su pragmatismo sino en su contenido ético. Con una acción que fomente no únicamente un encuentro pasajero sino que sea un armazón que levante una casa. Una casa que no repita errores del pasado. Que no sustituya a sus moradores ni los relegue a meros ocupantes del espacio, del que los mercaderes de la vida se beneficiarán. Hablo de actitudes, pero también de intercambio de experiencias. De imaginación, de ideas renovadas, de compromisos. De debate. De la capacidad humana de reaccionar frente al oprobio, el chantaje y la explotación, en definitiva. De la necesidad de auto organizarse, primero para mantener la dignidad, después para hacerse valer, después para ser escuchados, después para obligar a cambiar. ¿Demasiado elemental? Pero nada hay absolutamente nuevo. Las nuevas prácticas deben ser acompañadas del pensamiento y éste debe generar ideas, en permanente cuestión.

Leo que un grupo de jóvenes españoles de Berlín, ligados al movimiento 15M, han montado en la capital europea una asesoría para los inmigrantes españoles que van cayendo por allí y están siendo víctimas  -en el corazón de la Unión Europea nada menos-  de explotación laboral.  ¿Solo una oficina?  “Queremos que la gente se organice en sus trabajos. Indagar para ver quién es susceptible de hacer acción sindical en grupos que hasta ahora no había ningún tipo de comité de empresa”, explica uno de sus miembros. Iniciativa que es herramienta. Herramienta que tiene todo el conocimiento de causa para cuestionar lo que está sucediendo y qué tipo de prácticas de abuso se están instalando en Europa.

Mi reconocimiento a esta gente joven. Deposito mis esperanzas en iniciativas de esta clase. Donde muchos verán algo puntual yo quiero soñar. Soñar con que de fuera vendrá la regeneración de dentro. Siempre las ideas y los debates llegados del exterior  -y no menosprecio a lo que fructifica dentro del país-  ayudaron a cambiar el ruedo ibérico. Soñar con que una nueva Internacional no es ni la burocracia, ni el control de las ideas, ni la manipulación de un ente para Estado alguno. Estos jóvenes están sembrando. Como este pequeño grupo, ¿cuántos más lo intentan, dentro y fuera de los límites de España? Creo en los gérmenes de la vida.


http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/06/29/actualidad/1404060780_813802.html

http://15mberlin.com/



8 comentarios:

  1. A principios de los setenta estuve en Lovaina, en una comuna ubicada en la calle Tiensestraat, formada principalmente por estudiantes de derecho que asesoraban gratuitamente a emigrantes, fuera cual fuera su procedencia. A mí y a un compañero, expulsados ambos de nuestro trabajo en una fábrica de conservas, no sólo nos asesoraron, sino que nos dieron generoso e incondicional asilo durante casi un mes.
    Aprendí más de la intensa convivencia con aquella gente que en todos mis años de escuela.

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    1. Y del compartir...Ya que lo dices, de algún modo, peo viviendo otras experiencias, a mí me aportó más el conocimiento de los individuos y las causas compartidas y la manera de afrontarlas, y el calor total y sin reservas que percibí, que tantas ideas y entelequias que hacíamos flotar como pompas de jabón.

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  2. ningún esfuerzo por la clase trabajadora es en vano
    ninguno,
    saludos

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    1. Probablemente, pero como siempre se mide lo logrado por la espectacularidad del resultado final...a veces se ignoran los millones de pasos imperceptibles para la mayoría que dan los que se comprometen, ¿no crees? Un abrazo.

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  3. ¿Y de dónde puede nacer una iniciativa así sino del sentido, del motor, del factor del amor?
    Pregunta retórica, obviamente.

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    1. Sentido, motor, factor...conceptos dinámicos que aunque pueden tener que ver con el amor, no sé si en este caso, salvo que apliquemos aquel criterio cristiano de llamar amor a cualquier cosa, que está bien literariamente pero que consiste en un tapiz bonito para colorear lo que no se desnuda y se acomete de otras maneras...en fin, no me quiero meter en disquisiciones retóricas tan de mañana.

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  4. Las crisis circulares del sistema económico, político y social siempre son consecuencia del dinero; el lucro con todo lo que ello rodea. Hablar ahora de poderes fácticos me resulta un poco obsoleto y sería más ‘moderno’ llamarlo lobbies, pero sinceramente, creo que es lo que sigue moviendo el mundo: el sistema.
    Creo más en las teorías cíclicas del dinero y del poder,(la del 29, del 87, las crisis petroleras, el corralito , Lehman Brothers etc etc) aquello del sistema-mundo y que lo tienen todo atado o desatado cuando les conviene.

    Hoy los movimientos sociales son un una china en los zapatos de todos los que mueven el cotarro…aunque en estos momentos no soy tan optimista como tu, y creo que seguimos siendo una chinita… realmente me gusta tu optimismo y lo veo necesario para no dejarnos llevar y seguir intentándolo. Como era aquello de “Jodes más que una china en un zapato, no?

    Un saludo

    Irene

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    1. Mi optimismo es relativo, es el de la esperanza primaria que a nadie nos debe faltar, pero el optimismo aplicado a lo derivado d euna resistencia aún lo tengo poco asumido. Los lobbys o poderes o siniestros amos del mundo, a través de sus agentes, saben tocar palillos, porque están en sus manos los medios informativos, el control económico del mercado, la utilización controlada de la política llamada democrática y de sus instituciones, los entes de poder ideológico tipo Iglesia siguen depredando...y siempre se reservan la baza si eso les fuera fallando de instituciones de la violencia, a la poli y a la judicatura ya la utilizan para perseguir a obreros que hacen huelgas, mañana cambiarán leyes que favorecieron a los obreros y si es necesario utilizarán el recurso Ejército para liquidar las protestas antes de que la quiebra del sistema pudiera ser un hecho...lo han hecho tantas veces. Como ves, mi optimismo es frágil, pero siempre debemos mantener una luz, la que salve nuestra dignidad.

      En fin, un china en el zapato ¿puede producir una gangrena en los cuerpos abominables? Está por ver.

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