miércoles, 11 de junio de 2014

Imaginario, 87.




Estoy al borde de un acantilado y seres insignificantes descienden atropelladamente por la ladera de la montaña lanzando gritos como energúmenos. Me hago a un lado y uno tras otro caen y se estrellan contra las rocas, permaneciendo apenas el eco apagado de sus gemidos. 



4 comentarios:

  1. Insignificantes, sí..., pero, ¿se sabe quiénes eran?

    Un abrazo

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  2. '...oh, no'!, gritaba en desespero
    quien de a poco el tifón cruel llamaba a encierro!!
    No supe jamás quién fuera aquel energúmeno riente..
    Pero lo imaginaba....
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Y si es poéticamente como bien lo haces, mejor, aunque no hace falta sospechar demasiado. No te apartes, y verás.

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