domingo, 1 de junio de 2014

Imaginario, 68.




Pasar largos días en el desván, donde todo ruido se aleja. Como si se tratara de la mente en reposo de la casa.



6 comentarios:

  1. Me gusta el símil.¿Pero qué pensar cuando nuestras casas no tienen desván? la mente se convierte en un gato sobre el tejado, de esos huidizos, me temo...

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    1. Muy sagaz tú en tu pragmatismo. Si al menos la mente es un gato ojo avizor, ya es mucho, Fedora.

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    1. Pero mientras no lo haga, Ariel, hay que habitarla. Bienvenido; gracias.

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  3. Esto me recuerda al confinamiento.

    Muy interesante esode estar en el desván.

    Un abrazo grande

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    1. Pero estar por elección y decisión propias es una cosa, sin amenazas. Pero lo de ahora...

      Un abrazo.

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