La máscara desnuda, supongo... Maravilla y horror hacia el que nos precipita cualquier intento por eludirla, como en tantas historias antiguas sobre el destino, porque somos nosotros mismos. Abrazo presente e insoportable de pasado y futuro.
Pero debemos reconocer todo eso sin mayor dramatismo. Al fin y al cabo lo insoportable del error del presente y que nos pueda deparar el futuro ya existió desde las épocas de Gilgamesh, sospecho. Lo que me preocupa es que nunca tuvimos tamaña aproximación a datos e interpretaciones como disponemos ahora, que deberían servirnos para esquivar los golpes de la vida (personal y colectiva) La máscara siempre está desnuda. Incluso cuando la habitamos.
Es un esgrafiado singular.
ResponderEliminarme gusta.
A mí me fascina, qué quieres que te diga.
EliminarLa máscara desnuda, supongo...
ResponderEliminarMaravilla y horror hacia el que nos precipita cualquier intento por eludirla, como en tantas historias antiguas sobre el destino, porque somos nosotros mismos. Abrazo presente e insoportable de pasado y futuro.
Pero debemos reconocer todo eso sin mayor dramatismo. Al fin y al cabo lo insoportable del error del presente y que nos pueda deparar el futuro ya existió desde las épocas de Gilgamesh, sospecho. Lo que me preocupa es que nunca tuvimos tamaña aproximación a datos e interpretaciones como disponemos ahora, que deberían servirnos para esquivar los golpes de la vida (personal y colectiva) La máscara siempre está desnuda. Incluso cuando la habitamos.
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