domingo, 11 de agosto de 2013

Zanzíbar también existe
























Andaría con pantalón corto cuando me llevaron a ver una película -otra más- de buenos contra malos. Aquí los buenos eran blancos (como concesión, el ayudante de la familia blanca es un negro bueno) y los malos eran negros (como ampliación también en este bando había blancos) Luego no era del todo una película racista, en el sentido de posicionar de manera tajante a las razas. El protagonista británico vive en Zanzíbar para ser bondadoso con la naturaleza animal y vegetal e impedir que los jóvenes de una tribu africana cacen elefantes con objeto de vender los colmillos a los compradores blancos. Supongo que entre estos también los habría británicos, pues es sabido que los británicos tienen mucho pedrigree en eso del comercio a través de intermediarios. No en vano han sabido enviar remesas de misioneros a conquistar almas. También los españoles lo hicieron pero nadie duda a estas alturas que los de la isla del Norte además obtuvieron como premio de la salvación no solo una amplia extracción de materias primas y mano de obra, o la concesión de multitud de obras con las que hicieron negocio, sino una hegemonía política y kilométrica en tierras africanas. 

A ver, no me acuerdo muy bien del desarrollo del guión de la película  -probablemente cocodrilos acechando las aguas, luchas cuerpo a cuerpo, tam tam lejanos que lo invaden todo, lanzas en ristre y tipos malcarados enfrentados al protagonista, ingredientes más o menos recurrentes en este tipo de films-  pero sé que hay final feliz pues se consigue evitar la masacre de los paquidermos. Quiero recordar también que el relato de aventuras nos levantaba a todos del asiento, y aplaudíamos la presencia salvífica del protagonista y su llegada a tiempo de evitar un desenlace fatal, pues allá en Zanzíbar los malos son más malos porque son infieles, paganos y además musulmanes. Versión histórica: me refiero a la versión que nos trasladaban nuestros educadores en la infancia. 

Me había olvidado de Zanzíbar después de aquella película. Como si no existiera la isla, como si no perteneciera a otro Estado llamado Tanzania, donde cunde el infiel. Soy de una generación a la que le hicieron creer que los blancos, católicos y nacionales habían ganado a todos los demás en ese mundo de traiciones, desórdenes, corruptelas y adoraciones a los ídolos. Tantos años después miras el mapa de África y compruebas que los infieles se han expansionado y que incluso unas minorías muy dedicadas a su guerra santa traen en jaque al Imperio del Bien. Claro que si Zanzíbar vuelve a salir en los periódicos tiene también sus connotaciones paracinematográficas: dos jóvenes británicas, que estaban allí para entregarse a alguna causa sin duda hermosa, han sido rociadas con ácido cuando iban por la calle. Por supuesto, no es grato el hecho precisamente. La duda que me da vueltas y me marea: ¿será una historia paralela a la de las películas solo que aquí acaso no ganen los buenos? ¿Será el retorno cruel y paradójico de una cuenta pendiente? No sé, no pretendía hablar de política y menos de una región tan desconocida como lejana. Tan lejana desde que no veo películas de aventuras ni tengo ocho años.







12 comentarios:

  1. No conozco casi nada de Zanzíbar, pero arrojar ácido a una persona para deformar sus rasgos me parece de una vileza increíble. Sea por el motivo que sea, supongo que el canalla que hace semejante hazaña para destrozar el exterior de una persona sabe bien de las consecuencias interiores que conlleva su acción.
    Duele ver en las noticias tantos casos de psicópatas, no sé si nacen o se hacen, pero este tipo de noticias sacan a la luz el lado más siniestro de las personas.

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    1. Sí, el ataque de esa índole es terrible. Parece ser que sucede con especial cotidianidad en unos cuantos países de Asia y en menor medida en África. Sus ejecutores son bárbaros en el peor sentido, sean de la órbita hindú o musulmana, por motivos políticos, religiosos o de costumbres en los que la mujer es la que sale malparada. Porque sobre todo se echa el ácido contra mujeres. No sé si a los canallas en su fanatismo y probablemente ignorancia alcanzarán a comprender detalles del mal. Simplemente les basta hacer el daño, y componer ácido es barato. Lee esta noticia:

      http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/10/actualidad/1376154589_415795.html

      Francamente sean o no psicópatas lo que es un hecho es que les mueve la intolerancia, la podredumbre de las ideologías extremistas y un sentido del bien y del mal ausente.

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    2. Esta barbaridad que asociábamos a países asiáticos se esta exportado al resto del mundo, como dices la intolerancia llevada al extremo.
      He leído el artículo que citas, que es muy completo, y da pie a pensar que haya una organización detrás que pretende imponer su ideología en la isla, no me extrañaría, ojalá puedan escapar de las garras de esos fanáticos y de sus retrógrados ideales, mete miedo ver como el mundo se esta radicalizando, en vez de avanzar vamos para atrás.

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    3. Probablemente este tipo de acciones son muy antiguas. Nosotros las creemos/ creímos erradicadas de nuestro entorno. Da pavor pensar en que cundan.

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    1. Mombasa, Kilimajaro...lo que hemos viajado y de las que nos hemos librado, ¿eh?

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  3. ...aunque en el fondo, cada vez más en el fondo, pensamos que el ser humano
    es un ser con conciencia.
    Personalmente se que la tenemos, aunque no se obtiene a través de un "master" y ya...
    ..realmente es un trabajo arduo de toda una vida y alcanzando un nivel bueno simplemente con un traspiés desciendes a los infiernos...destrozando a todos tus semejantes...
    realmente somos unos seres tristes y sin futuro...
    un abrazo en Lua creciente

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    1. Potencialidad constructiva hay toda en el ser humano; no siempre se realiza. Sigo insistiendo en la peligrosidad de no separar la paja del trigo, que una cosa son las ideas en perpetua dinámica y selección y otra constituir ideologías que cercenan y conducen a extremos peligrosos. Pero esa es la constante histórica desde el principio de los tiempos. Conciencia versus ideología podría ser una buena alternativa, claro. Peo habría que ponerse de acuerdo en ello.

      Habrá que buscar la alegría como sea, y eso está más allá de un parque de atracciones, naturalmente. Un abrazo de estrellas que lloran.

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  4. Supongo que te refieres a 'Al oeste de Zanzíbar' (West of Zanzibar, de Harry Watt, 1954). Vi la película de pequeñito, y sí, la recordaba solo de buenos contra malos. También estaban las de Fu-Manchú, en que los malos eran chinitos perversos con coleta y largas uñas. Hoy sé que los "malos" en todo el mundo son los intolerantes, que se ceban en los más débiles (mujeres, niños, ancianos) para imponer su ideología por medio del terror. Antiguamente fue la Inquisición, hoy son otros credos o ideologías. Y la democracia no puede sobreponersea ellos (ni a los mercados, otra forma de opresión más sibilina pero no menos efectiva). Gracias por tus posts, que siempre aportan algo, "digan lo que digan los demás" (que diría Raphael). Un abrazo.

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    1. Sí, en efecto, es la del cartel que va en cabecera del post.

      "Hoy sé que los malos en todo el mundo son los intolerantes, que se ceban en los más débiles", lo rubrico. Yo creo que precisamente el quid está hoy día en los mercados, los cuales no frenan ideologías ni conductas ni reglas si les dejan hacer. Así que es probable que si la democracia se desnaturaliza del todo se intente que vivamos como hacia atrás con un modelo de funcionamiento productivo francamente dictatorial y solo centrado en el homo consumidor.

      Las ideologías tratarán o de adaptarse o de enrocarse de mala manera, con todo género de expresiones violentas. Pero podría ser un buen momento para que todas las ideas sean revisadas y se busque al Hombre más allá de la mercancía y del comprador. Los credos, las ideologías obsoletas, no estarán por la labor fácilmente, ya que muchos de ellos han encontrado su acomodo en este sistema.

      Pero los humanos, lo conozcamos o no, tirarán para adelante. Lo experimentado no desaparece para siempre. Quiero creer que permanezca en el ADN de la cultura de la especie.

      Gracias por tus significados ánimos, digan lo que digan algunos que no argumentan. Un abrazo.

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  5. Desafortunadamente no hace falta ir a Zanzíbar para un ataque de ácido . Se han llevado a cabo en el Reino Unido también. Cualquier país con una población islámica se convierte en un lugar peligroso para las mujeres. Jakaya Kikwete, presidente de Tanzania, prometió que se encontraran a sus atacantes??.
    Yo también soy de una generación a la que me hicieron creer que los blancos, católicos y nacionales habían ganado a todos los demás en ese mundo de traiciones, desórdenes, corruptelas y adoraciones a los ídolos.
    Los del 7º de caballería con un indio rastreador eran los buenos, y los indios con un blanco que les vendia alcohol y rifles eran los malos, muy malos...
    Paco Ibañez, Raimon y Lluis Llach, me dijeron que esto no era verdad, lo de los católicos y nacionales!

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    1. A ti y a los que pertenecemos a la meseta profunda también nos lo descubrieron. Y la simple transmisión de ideas, de gente que se desplaza, los que venían de Cataluña a hacer la mili aquí, por ejemplo, y nos traían planteamientos nuevos. La efervescencia social fue cundiendo. Lo has descrito todo muy bien, Josep.

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