IDENTIFICACIÓN Una democracia en la que no pueda decirse que no es una verdadera democracia ¿es realmente una verdadera democracia? Erich Fried (Viena, 1921-Baden Baden 1988)
"O admitís sin rechistar que esto es una democracia, o este se pone marcha... -murmuró el general palpándose el sable en una oscura esquina del salón."
Decir podemos decir lo que queramos, yo al menos no me siento cohibida en ese aspecto, de momento. Decidir lo que nos conviene ya es otra cosa, una quimera tal y como esta montado el sistema. En cuanto a fregar de rodillas es una opción, creo que es distinto doblarte porque así lo has decidido, a doblarte sin ni siquiera plantearte por qué lo haces ¿o no?
Me ha salido muy desafiante el último párrafo, no me dí cuenta cuando lo escribí, doblarse no le gusta a nadie, pero últimamente parece que la gente lo acepta sin más, como si fuera tan normal. En cuanto a tu consejo probablemente tienes razón, pero no quiero asumirlo como inevitable, por eso me cuesta tanto aceptarlo.
Me refería a la última que he leído sobre la bajada de sueldos...Pero la observación que haces es interesante: es una constante histórica la de vivir doblegados, en mayor o menor medida, según tiempos, clases, circunstancias...Creo que uno de los problemas que se acumulan en el transcurso de la historia es precisamente que se acumulan los agravios, las humillaciones, las sumisiones, etc. Y se va convirtiendo en una especie de polvorín. De ellos se alimentan los procesos revolucionarios -lo digo como constancia no como juicio de valor- y en ese sentido enmarco la violencia desatada en 1936, pero provocada por un sector que no estaba por ceder ni conceder (sin pretender ahondar en el tema)
Tal vez hoy la gente traga porque la sociedad de consumo ha generado de por sí una especie de código de valor (yo lo cuestiono) que influye en las conductas, pero todo se desgasta. Depende hasta dónde lleguen las crisis.
"O admitís sin rechistar que esto es una democracia, o este se pone marcha... -murmuró el general palpándose el sable en una oscura esquina del salón."
ResponderEliminarAy, Loam, que la última la acabo de leer...
EliminarDecir podemos decir lo que queramos, yo al menos no me siento cohibida en ese aspecto, de momento. Decidir lo que nos conviene ya es otra cosa, una quimera tal y como esta montado el sistema.
ResponderEliminarEn cuanto a fregar de rodillas es una opción, creo que es distinto doblarte porque así lo has decidido, a doblarte sin ni siquiera plantearte por qué lo haces ¿o no?
No te fíes, Ana, no te fíes...tengamos cuidado con nuestros errores de percepción...mira la última, digo la penúltima...
EliminarMe ha salido muy desafiante el último párrafo, no me dí cuenta cuando lo escribí, doblarse no le gusta a nadie, pero últimamente parece que la gente lo acepta sin más, como si fuera tan normal.
ResponderEliminarEn cuanto a tu consejo probablemente tienes razón, pero no quiero asumirlo como inevitable, por eso me cuesta tanto aceptarlo.
Me refería a la última que he leído sobre la bajada de sueldos...Pero la observación que haces es interesante: es una constante histórica la de vivir doblegados, en mayor o menor medida, según tiempos, clases, circunstancias...Creo que uno de los problemas que se acumulan en el transcurso de la historia es precisamente que se acumulan los agravios, las humillaciones, las sumisiones, etc. Y se va convirtiendo en una especie de polvorín. De ellos se alimentan los procesos revolucionarios -lo digo como constancia no como juicio de valor- y en ese sentido enmarco la violencia desatada en 1936, pero provocada por un sector que no estaba por ceder ni conceder (sin pretender ahondar en el tema)
EliminarTal vez hoy la gente traga porque la sociedad de consumo ha generado de por sí una especie de código de valor (yo lo cuestiono) que influye en las conductas, pero todo se desgasta. Depende hasta dónde lleguen las crisis.