Una tarde de verano, con pocos años, chapoteando a duras penas para que la agitada corriente no le arrastrase fatalmente, descubrió la finitud (deducción de superviviente) También descubrió que aquello no se debía contar, es decir, se ratificó en la ocultación, una de las formas de la mentira. Tampoco, como el agua, pasó dos veces por el mismo río (fluía una corriente nueva que se afianzaba dentro de él llamada por los adultos consciencia)
Sí amigo, la consciencia también fluye.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Francesc. La duda heraclitiana es si se trata de un producto consecuencia de una inconsciencia anterior. Buen lunes.
EliminarFackel, justo en este momento, donde la verdad está en baja en la bolsa bursátil de las conciencias!!
ResponderEliminarsaludos
Difícil concepto el de verdad. Presto a ser utilizado de mala manera por las morales al uso que, casi siempre, suelen ser instrumento de ignominia y dominación.
EliminarAlgunos la deben sentir como una corriente subterránea que confunden con la digestión.
ResponderEliminarAprovecho para decirte que ayer mencioné tu blog en mi apunte sobre Castilla y el 23 de abril, espero que con acierto.
Un saludo.
http://enarchenhologos.blogspot.com.es/2013/04/castilla.html
Enric. En medio del marasmo que nos/me rodea sigo buscando al hombre (el que llevo dentro, el que nos/me acompaña por donde el ruido se ignora y el silencio se convierte en ruta)
EliminarCreo que pseudoJuan de Mairena te ha respondido en la espléndida entrada de tu blog.
Uno cree cuando escucha los comentarios de quienes navegáis en las aguas turbias de Fackel.
La corriente nos arrastra y es tan fuerte que debilita cualquier intento de resistencia, nos toca mecernos en aguas bravas, y que incierto se presenta el desenlace, es una sangría, una forma de victoria basada en el desgaste.
ResponderEliminarBuenas noches fackel.
Hacer símil de una experiencia personal para proyectarla sobre la experiencia vital del río de la vida es una sorpresa para mí mismo.
EliminarNada sencillo y tiene tanto que ver con la intrahistoria de uno como hombre como con todo el ruido exterior que no es fácil de interpretar.
Uno se encuentra menos solitario con vuestra compañía. Gracias, Ana.
Gracias a ti por darnos un espacio en el que reposar y esparcir nuestros pensamientos, que a algún sitio tienen que ir. Pienso que las personas somos como los ríos que necesitan fluir y a través de las palabras podemos dar rienda suelta a nuestras percepciones.
ResponderEliminarDebemos dar rienda suelta a nuestras percepciones.
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