Bello. Primera vez que te leo. Saludos.
Lo has dicho todo.Un abrazo.
preciosa foto y delicado poema.Como dice Ataúlfa, está dicho todo.Saludos
Es como un hueco, una inmensa oquedad... Los huecos duelen. Hermoso poema-
Amrrast. Puedes seguir leyendo. Gracias por tu apreciación particular.Salud.
Vaya, tu concisión, Ataúlfa, supera la mía.Un abrazo.
Aquí. Es el mar lo que genera preciosidad a cada instante. Y el oleaje que pare espuma, mientras las rocas se consumen lentamente.Gracias.
Ramón. Las oquedades pueden ser también abrigos. Me quedo con los abrigos protectores.Gracias y bona nit.
La espuma, el fuego del mar, es hija del aire y del agua. Y moldea la tierra.Precioso poema.Un beso
Rat. Y por lo tanto a la materia. Y por lo tanto al hombre.Qué descripción conceptual tan enorme la tuya.Gracias.
Bellos versos que acarician esa ausencia tan querida.Un placer de lectura
Salen de dentro.
Bello. Primera vez que te leo. Saludos.
ResponderEliminarLo has dicho todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
preciosa foto y delicado poema.
ResponderEliminarComo dice Ataúlfa, está dicho todo.
Saludos
Es como un hueco, una inmensa oquedad... Los huecos duelen. Hermoso poema-
ResponderEliminarAmrrast. Puedes seguir leyendo. Gracias por tu apreciación particular.
ResponderEliminarSalud.
Vaya, tu concisión, Ataúlfa, supera la mía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquí. Es el mar lo que genera preciosidad a cada instante. Y el oleaje que pare espuma, mientras las rocas se consumen lentamente.
ResponderEliminarGracias.
Ramón. Las oquedades pueden ser también abrigos. Me quedo con los abrigos protectores.
ResponderEliminarGracias y bona nit.
La espuma, el fuego del mar, es hija del aire y del agua. Y moldea la tierra.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Un beso
Rat. Y por lo tanto a la materia. Y por lo tanto al hombre.
ResponderEliminarQué descripción conceptual tan enorme la tuya.
Gracias.
Bellos versos que acarician esa ausencia tan querida.
ResponderEliminarUn placer de lectura
Salen de dentro.
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