...pero ella, ajena a la trayectoria de aquel planeta que se aproxima como nunca, también se mostrará, desplegará la plenitud que ha ido fraguando en sus ciclos, y celoso del planeta, proyectará sus brillos para que nuestra percepción de Marte se enturbie, porque ella quiere ser sólo ella, entera, completa, en su cénit, en el punto de máxima proximidad con la Tierra, y esta Luna a cuyos ciclos nos tiene acostumbrados de tal modo que ha pretendido condicionar nuestras vidas, aumentará la intensidad de su resplandor, potenciará su tamaño, y hará del frío enero una ilusión donde quedemos atrapados...
...de momento ésta Luna se presenta aulladora e interesante.
ResponderEliminarun beso.
La cercanía y la lejanía son relativas, Fackel. Estando lejos, puede estar tan próximo como cuando está más cercano: en nuestra mente no hay distancias. Si algo nos hace grandes creo que es la imaginación.Que también nos hace libres cuando estamos encerrados, dentro o fuera de nosotros mismos.
ResponderEliminarY es más bello cuanto más inalcanzable...cuanto más a salvo, cuanto más recóndito.
Tula, estuvo inmensa, un derroche de intensidad y brillo. Buen día.
ResponderEliminarQué precisa tu descripción, Lagave. Y prácticamente de acuerdo. Aunque no sé, de algunas cosas no estoy seguro del todo en lo concreto. La idea de estar aprisionado, encarcelado, encerrado...me rebela, por ejemplo.
ResponderEliminarPor cierto. ¿Será cierto que la verdad nos hará libres como dijo noséquién, o sólo una ocurrencia?
Cuidarse.