martes, 15 de diciembre de 2009

Espectrales



Todo tan cerca, todo
tan difuminado.
Y es así como transen los días.
Como un espectro.

Y de pronto la pérdida
y de pronto lo escuálido
y una luz se abre paso.


La mirada entre sueños.

5 comentarios:

  1. “Y o sol
    por más que aflama o zielo,
    tampoco no,
    a calentar l'orache,
    adube.”

    Sagardiana

    ¿Por qué me parece que en vez de seres espirituales la humanidad la componemos seres climáticos?

    Salud y óptima "boira preta"

    ResponderEliminar
  2. Somos hijos del viento, de la tempestad, de la lluvia, del fuego, del frío, de lo tórrido, de la niebla, del rayo, del árbol, del útero...

    Como ves, ahí reside nuestra bella, magnífica y eficiente espiritualidad. Lo demás... paraules, parolas, paroles...

    Boa noite

    ResponderEliminar
  3. Ese anónimo último tiene un alter ego llamado Fackel, jaj.

    ResponderEliminar
  4. Y cuando la luz se abre paso sólo queremos ser hijos de ella, tan poderosa es.

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Sí, en efecto, es poderosa, tanto que nunca nos llega en toda su intensidad, ni siquiera en una sola intensidad, y que se nos manifiesta a través de un juego de luces, y que es capaz de generar reflejos y refracciones y, cómo no, sombras, y cómo no, espectros...

    ¿Qué nos queda a los hombres? Primero, el poder de convertir en metáfora casi todo. Y luego, proceder a nuestras metamorfosis. Pero éste es ya otro tema.

    ¿Ves? Y todo son hilos...conductores.

    Buen jueves, pues.

    ResponderEliminar