Sí, en efecto, es poderosa, tanto que nunca nos llega en toda su intensidad, ni siquiera en una sola intensidad, y que se nos manifiesta a través de un juego de luces, y que es capaz de generar reflejos y refracciones y, cómo no, sombras, y cómo no, espectros...
¿Qué nos queda a los hombres? Primero, el poder de convertir en metáfora casi todo. Y luego, proceder a nuestras metamorfosis. Pero éste es ya otro tema.
“Y o sol
ResponderEliminarpor más que aflama o zielo,
tampoco no,
a calentar l'orache,
adube.”
Sagardiana
¿Por qué me parece que en vez de seres espirituales la humanidad la componemos seres climáticos?
Salud y óptima "boira preta"
Somos hijos del viento, de la tempestad, de la lluvia, del fuego, del frío, de lo tórrido, de la niebla, del rayo, del árbol, del útero...
ResponderEliminarComo ves, ahí reside nuestra bella, magnífica y eficiente espiritualidad. Lo demás... paraules, parolas, paroles...
Boa noite
Ese anónimo último tiene un alter ego llamado Fackel, jaj.
ResponderEliminarY cuando la luz se abre paso sólo queremos ser hijos de ella, tan poderosa es.
ResponderEliminarUn beso
Sí, en efecto, es poderosa, tanto que nunca nos llega en toda su intensidad, ni siquiera en una sola intensidad, y que se nos manifiesta a través de un juego de luces, y que es capaz de generar reflejos y refracciones y, cómo no, sombras, y cómo no, espectros...
ResponderEliminar¿Qué nos queda a los hombres? Primero, el poder de convertir en metáfora casi todo. Y luego, proceder a nuestras metamorfosis. Pero éste es ya otro tema.
¿Ves? Y todo son hilos...conductores.
Buen jueves, pues.