sábado, 26 de mayo de 2007
Re-flexión
¿Qué es la reflexión?
La reflexión es el fenómeno físico que explica la incidencia de las ondas contra un material y su curso posterior cuando el material sobre el cual incide no absorbe la onda.La ley de reflexión asegura que el ángulo de incidencia y el de reflexión es el mismo.
He pasado la jornada de re-flexión sin re-flexionar. O al menos sin re-flexionar más de lo habitual. Nada ha habido en el ambiente que me recordara que mañana domingo es día de votaciones y que hoy era la víspera. Sin televisión ruidosa y periódicos vocingleros y desfiguradores los días son más tranquilos. Sin caras de tipos ineptos y cínicos en los noticiarios los momentos de la comida son menos indigestos. Me ha seducido tan poco esta campaña electoral que de lo único que tenía ganas es de que terminara. No, con eso no quiero decir que mañana me abstenga, a mi me gusta cumplir con el acto litúrgico aunque sólo sea porque apenas vengo haciéndolo desde la mitad de mi vida. Tampoco uno espera el no-va-más de unas elecciones, sea cuales sean el objeto de las mismas. Mi sentido cívico me motiva por naturaleza, aunque mis dudas sean evidentes sobre la capacidad de influencia que tenga mi voto y el de muchos como yo. Uno vota para decidir, o al menos eso quiere creer uno, sobre los poderes políticos, aunque sabiendo que difícilmente se alcanzará a intervenir sobre los poderes fácticos. O acaso uno vota simplemente para que no se crea un sector de la sociedad y su casta de elegidos de toda la vida que sólo ellos están capacitados para gobernar nuestras ciudades y regiones. Que tampoco lo están. Es sólo que están mejor dotados para hacer de mamporreros, de lacayos y de correveidiles de los grandes mercaderes. Siempre he votado escéptico y cuando lo he hecho con ilusiones he sido consciente de que mis ilusiones eran vanas. Pero ¿acaso no nos pasamos la vida ilusionándonos? Mas una cosa es ser un ilusionado maltrecho y otro un iluso. Pasar por iluso es pasar por imbécil; y aunque no digo que no sea práctico en determinados momentos de sangre y fuego que suele deparar la historia a las sociedades, ahora no es el caso. Creo. También tengo un elevado y especial prurito estético en esto de votar, porque siempre lo hago a la contra. No me creo lo del mejor líder ni lo del más práctico candidato ni lo del más solvente gestor. Voto para que no salga el que es o quiere ser alcalde pero desprecia al ciudadano. Y es que soy tan ingenuo que aún creo en la ciudadanía, aunque una parte de la española diste de ser una ciudadanía con conciencia civil, democrática, culta y laica clara que anteponga este criterio a las banderías, las doctrinas y las influencias de los caciques, que haberlos aún los hay aunque hayan cambiado sus ropajes. Por lo demás, mis reflexiones de hoy han ido por otros vericuetos, es decir los de siempre, esos que nos recorren del cogote al pie según vamos acumulando días que nos curten y nos despellejan. Así que me aplico la definición de la Ley de Reflexión de la física, que me parece más adecuada a la realidad y de paso me relaja.
(Composición del fotógrafo chino Zhang Huan)
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