Hechos así nos hieren a todos, pero ¿no es sólo un caso más (no quiero decir que no sea más importante, lo ignoro) de periodistas muertos en el mundo? Ciertos periodistas que se creen de investigación de la prensa amarilla española (El Mundo, por ejemplo) van de despacho en despacho y de chorizo en chorizo corriendo el riesgo...de perder el autobús, por ejemplo. Oh, pobres...
Se agradece tu ironía, Pardo. Pero todo indica que la periodista rusa, además de las investigaciones sobre tropelías del ejército ruso en Chechenia, había jugado diferentes papeles de mediadora, sin excesivo éxito, en los oscuros ataques terroristas chechenos en el teatro de Moscú y en Beslán. Era un personaje incómodo y no sólo se la han quitado de en medio como tal, sino que es un aviso a los navegantes proclives a la libertad de expresión y de hacer respetar los derechos humanos. Como poco.
Tengo mucha rabia, cuanto más comentarios e informaciones leo, más asco me da lo que sucede en aquel país. Parece que la democracia va a ser imposible allí. Y las condenas internacionales son blancas, absolutamente de boquilla. Lo que tú dices: es terrible...
...es que con frecuencia -de cerca o en la proximidad, da igual-nos zarandea la brutalidad, y en esa impotencia, en esa confusión que se genera cuando ataca impunemente es cuando uno escribe, o mejor, garabatea cuatro líneas, sin creerse si es poema, hoja de árbol o frescor de madrugada...Y lo hace simplemente para conjurar, sólo un sortilegio (necesario) V., de verdad, la brutalidad, condición tan humana ella, me resulta terrible y me horroriza hasta el punto de la indignación (ve mi lema del subtítulo, tomado de un aforismo de Karl Kraus) Descansa, v., descansa.
Hechos así nos hieren a todos, pero ¿no es sólo un caso más (no quiero decir que no sea más importante, lo ignoro) de periodistas muertos en el mundo? Ciertos periodistas que se creen de investigación de la prensa amarilla española (El Mundo, por ejemplo) van de despacho en despacho y de chorizo en chorizo corriendo el riesgo...de perder el autobús, por ejemplo. Oh, pobres...
ResponderEliminarSe agradece tu ironía, Pardo. Pero todo indica que la periodista rusa, además de las investigaciones sobre tropelías del ejército ruso en Chechenia, había jugado diferentes papeles de mediadora, sin excesivo éxito, en los oscuros ataques terroristas chechenos en el teatro de Moscú y en Beslán. Era un personaje incómodo y no sólo se la han quitado de en medio como tal, sino que es un aviso a los navegantes proclives a la libertad de expresión y de hacer respetar los derechos humanos. Como poco.
ResponderEliminarTengo mucha rabia, cuanto más comentarios e informaciones leo, más asco me da lo que sucede en aquel país. Parece que la democracia va a ser imposible allí. Y las condenas internacionales son blancas, absolutamente de boquilla. Lo que tú dices: es terrible...
ResponderEliminarEsta afirmación-frase-poema nos zarandea por dentro.
ResponderEliminarV. también te desea Gute Nacht.
...es que con frecuencia -de cerca o en la proximidad, da igual-nos zarandea la brutalidad, y en esa impotencia, en esa confusión que se genera cuando ataca impunemente es cuando uno escribe, o mejor, garabatea cuatro líneas, sin creerse si es poema, hoja de árbol o frescor de madrugada...Y lo hace simplemente para conjurar, sólo un sortilegio (necesario)
ResponderEliminarV., de verdad, la brutalidad, condición tan humana ella, me resulta terrible y me horroriza hasta el punto de la indignación (ve mi lema del subtítulo, tomado de un aforismo de Karl Kraus) Descansa, v., descansa.