viernes, 3 de marzo de 2023

Meditaciones a propósito de los descalificadores y los incontinentes verbales








Sobran los energúmenos verbales. Sus voces se hacen oír, sus palabras escritas pretenden ser leídas, pero unas y otras se descalifican por sí mismas. Y entonces, ¿de qué les vale tanto vocerío excluyente?

Dime cuántas descalificaciones profieres a diestro y siniestro y te diré qué carencias te amargan.

Los blogs se empobrecen cuando desde el anonimato se hace demagogia barata e insulto de tasca. Se reduce la posibilidad de disentir y se anula la capacidad del debate razonado.

En los tapeos de grupo el que más descalifica se considera el rey de su corte, sin darse cuenta que no es sino un mendigo de sus pobres ideas.

Piensas que todo el mundo yerra salvo tú. No hay mayor torpeza que no reconocer los propios errores.

Te crees suficiente, pero solo sabes pastar en el prado de tus deficiencias.

¿Te estimas más por invalidar los criterios ajenos? ¿Por qué no permites que se nutran los tuyos de la asimilación que practican los otros? No vaya a ser que tanta supuesta autoestima se desvanezca. 

La bilis natural cumple su función orgánica. La bilis mental daña los órganos de la convivencia.

Presumía de ser campechano y chusco, pero nadie le pedía nunca consejo. 

Emitía tantos improperios, incluso en público -ante los parroquianos de la tasca- porque se sabía jaleado. Mísera y pretendida sabiduría que busca testigos que le apoyen pero que acaso un día testificarán en su contra.

El lenguaraz que descalifica a los demás acabará atragantándose con su propio descaro. 

Pensar con las vísceras no es bueno para las vísceras.

La naturaleza no nos dotó de cerebro para la vaciedad.

En el menester de eliminar toxinas y evacuar detritus, hágase, por favor, a través de la vía pertinente. La lengua y la palabra están para entendernos, no para desalojarnos unos a  otros.

La política es un bien colectivo, aunque algunos se empeñen en desacreditarla y dejarla en manos de quienes no se la niegan a sí mismos pero están interesados en negársela a los demás. Respetemos el bien, a pesar de los maltratadores de la Razón.

Por la boca del deslenguado muere toda ética que se precie. O simplemente no nace.

Presumía de dialogante, pero no permitía que nadie le llevara la contraria.

Quería ser graciosillo y solo resultaba ser un patán. 

Quería pontificar pero carecía de ministerio adecuado para ello.

Las glándulas salivares son excelentes para la digestión. Pronunciando descalificaciones del prójimo se derrochan propiedades higiénicas y saludables del cuerpo.

Pretendía constantemente descalificar a los que no pensaban como él. En aquel acto ridículamente empavonado no se daba cuenta que se retrataba a sí mismo.

Desacredita que algo queda, pensaba el incontinente. A la expectativa de obtener alguna clase de botín.

Practicaba la verborrea desenfrenada para ocultar sus propios miedos.

Disfrutaba sus días de gloria en el estercolero de las palabras necias.

Donde él ve tinieblas exteriores reina la propia oscuridad.

Un amigo trató en cierta ocasión de charlar relajadamente con el descalificador. Pero no le quedó al amigo más remedio que derivar la conversación al fútbol para quitar hierro a las rígidas aseveraciones del otro. Equivocación. Ni siquiera en el tema del fútbol el descalificador se mostraba prudente. Incluso al despedirse fue el amigo quien pagó el café de los dos.


(Etcétera y más etcétera. La imagen adjunta es de un dibujo de José Hernández)



40 comentarios:

  1. Fáckel:
    aforismos o reflexiones muy ciertas. (Con sonrojo tengo que reconocer que me veo reflejado en algunas de estas citas...).
    Aprovecharé la cuaresmo para fustigarme un poco...
    :)
    Salu2.

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    1. Esto no es nada personal; son consideraciones generales.

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  2. Yo creo que estos energúmenos verbales moran más en Twitter que en los blogs, quizás porque en los blogs hay gente de más edad con un poco más de sentido común y menos estupidez.

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    1. Probablemente, Francesc, pero hay algunos de blogs que ponen nombre ficticio y no les respalda blog alguno que solo saben descalificar; ellos sabrán por qué.

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  3. Somos fiel reflejo de lo que vemos especialmente en esas tertulias radiofónicas o de la televisión, de esos políticos con el clásico dicho "y tu más" o "haced lo que yo diga pero no lo que yo haga", con la aparición de ese partido de extrema derecha que solo pretende generar ruido dando a todos lados, y claro también está nuestro código penal, que considera libertad de expresión muchas actitudes merecedoras de reprobación, en fin, al final dices que tu amigo deribo la conversación al futbol , ya debería haber sabido que esos es de lo peor, basta escuchar las emisoras deportivas en las que no se habla más que del Madrid o del Barcelona creando una dualidad de odio entre aficiones peligrosa. Para que más, somos cainitas por naturaleza o al menos desde que España es España ya que ni en eso estamos de acuerdo.
    Saludos

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    1. Ciertamente los medios influyen mucho en la actitud de la gente que los toman como modelos, ejemplos o maestros de la vida no solo política o poco menos. El cainismo se hace, aunque haya personalidades más proclives al mismo. Si encima se dejan adoctrinar por intolerantes, casposos y dogmáticos ¿qué cabe esperar?

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  4. Há quem se esconda nas palavras, ignora o verdadeiro sentido das mesmas....
    Porque podemos utilizar as palavras mais banais para dizer o que vai verdadeiramente no coração...
    Texto interessante como sempre...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. La banalidad puede ser muy perversa, Marta. El nazismo se cimentaba en la banalidad y arrastraba masas. Era la banalidad del mal.

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  5. Solo hay que hacer una salida por los corrillos de las redes para percatarse de ello. Más vale ni ocurrirse comentar algo, ya sea a favor o en contra de lo propuesto, los improperios superarán cualquier intento de intercambio de simples pareceres.

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    1. Las redes facilonas, que impulsan instintos y pasiones más que pensamiento razonado no las frecuento. Pero me duele ver que en blogs de gente de cierta edad cunden enanos malignos que solo saben hablar mal del otro.

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  6. Lo que no puede ser es decirle a los hijos que no hablen con desconocidos y luego en el blog, darle cuerda al anónimo.
    Estoy totalmente en contra de los anónimos e incluso a los que solo se muestran tras un nick sin ninguna información consultable.

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    1. En los anónimos hay de todo. Hay opiniones lógicas y respetuosas y hay quien aprovecha el anonimato para zaherir a personas o partidos o entes que no son de su fanático agrado. Y que se les ve que son recurrentes; no hace falta que señale, yo me cansé de su malignidad que no aporta nada, ni siquiera criterio argumentado.

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    2. Ni aún así; ni colmados de sabiduría. Necesito saber algo más que un apodo. Soy muy primitivo y desconfío de los ocultamientos.

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    3. A gusto de la desconfianza de cada cual.

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  7. "Pero no le quedó al amigo más remedio que derivar la conversación al fútbol para quitar hierro a las rígidas aseveraciones del otro"

    Suelo escuchar H25 de la SER desde que estaban los tres Carlos (Mendo, LLamas y Carnicero).
    En esta emisora hay un programa local del mal llamado deporte, mal llamado porque es profesional, y es un trabajo como cualquier otro que ya no es afición, sino una manera de recibir dinero a cambio de un trabajo.
    En este programa hay un elemento que se autodenomina "Tio Faja", del cual te añado su tuitter. Cada vez que sale a la palestra he de cambiar de emisora o bien apagar el receptor.
    Grosero, patibulario, soez, descalificador, maleducado, patán, soberbio, incongruente, inmoderado y de una incontinencia verbal tan fuera de lo común que da vergüenza como una emisora del tamaño de la SER lo tiene ahí, en nómina.
    Así que las conversaciones que derivan en fútbol, tampoco son, a mi entender, buenas consejeras.
    https://twitter.com/Tiofaja_oficial?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor

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    1. Pues haces bien en apartarte de lo que te haga peligrar la salud. Pero a veces ese tipo de personajes los tenemos más cerca de lo que nos pensamos y a veces somos benévolos con ellos.

      Por cierto si uno de los que mencionas es Carlos Carnicero te diré que guardo buenos recuerdos de él de nuestros tiempos de juventud en que empezábamos a darle al coco. Luego le perdí de vista.

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  8. Cualquier crítica es legítima si se respeta a quien se tiene delante y se aportan razones y argumentos que propicien la discusión sin insultos, menosprecio y descalificaciones. Esto en frío suena bien, pero estamos rodeados de fanáticos que restriegan sus opiniones y verdades sin contemplar la duda o el error. Decía Foucault que discutir de arte, religión y política es inútil porque el debate se convierte en la lucha de uno contra otro por imponer su punto de vista. Es raro encontrar a alguien que sepa escuchar, que atienda las razones del contrario y sea capaz de exponer las suyas con calma y sin pretender vencer.

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    1. A veces me pregunto si el diálogo -eso que estuvo en teoría tan de moda en nuestros tiempos mods- es posible, pues, en efecto, las conversaciones no son tanto un intercambio de opiniones como un monólogo sobre las propias de cada uno; pero no quiero generalizar; con estas meditaciones sólo quería señalar a los vociferantes y pregoneros que no hacen sino hablar mal de los demás, unas veces amparados por medios de dudosa profesionalidad y menor ética y otros por anonimatos de las redes; pero por la boca muere el pez, dicen.

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  9. Huy, gracias a Tot acabo de entender la utilidad del fútbol.
    Original imagen. En cuanto a las palabras necias: mejor aplicar oídos sordos, boca y ojos cerrados, pero olfato avizor para salir corriendo sin perder tiempo aguantando sinsentidos o miserias ajenas reflejadas en la carne del ofensor.

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    1. Pues sí, tomarnos en serio la necedad solo conduciría a obrar de la misma guisa. Pero hay tanta agresividad entre los que la practican que a veces cuesta callar.

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  10. Me temo que la política de la descalificación es un mal de nuestros tiempos. Llegó para quedarse entre todos. Ya forma parte de políticos mediocres, de grupos de jóvenes que piensan que el otro no vale nada, de pseudo periodistas, de pseudo conductores de programas de televisión y radio, pero me temo que en las redes sociales han encontrado su nido perfecto. Allí en ese anonimato dan rienda suelta a su malignidad. Todos o la gran mayoría de esta llamada blogósfera hemos conocido algunos, sobre todo una que vive en Miami. Lanza su artillería de pensamientos hirientes y oscuros a diestra y siniestra. No comprendo ¡cómo no se atraganta con tanta verborrea sin sentido ni claridad mental!. En fin, como todo en la vida, hay que persistir por el bien.
    Abrazos Fackel

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    1. La descalificación y el insulto son de todos los tiempos. Últimamente observo a algún anónimo que. aunque no comenta por fortuna en mi blog, lo hace en otros y de manera agresiva se lanza contra los políticos que no son de su gusto. Dar rienda suelta a las pasiones enconadas no es saludable ni para quien lo hace ni para el blog que acoge esos comentarios. Yo no me refería a quien tú nombras y no me gusta ir por esas sendas. Paz y bien.

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  11. Siempre es fácil descalificar desde el anonimato, por lo general cuando se encuentra algo que el descalificador entiende que haría mejor, pero no da ninguna muestra de ello. Cuando aparece algo así en mi espacio lo publico, lo dejo expresarse y no le respondo, finalmente se aburre o cambia de interés, por lo que puedo continuar sin dificultad. Pero que son una molestia es innegable.

    Saludos,
    J.

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    1. Cada cual sabe cómo actuar en estos casos, pero creo que algunos entienden mal sus libertades de expresión.

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  12. La falta de entenderas hace que se atque con la testuz, muy españl, como bien sabes.

    Un abrazo

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    1. No estoy yo muy seguro que no sea una propiedad de cualquier país, territorio o idiosincrasia, y más bien creo que sí, pero la deficiente cultura cívica y sobre todo política de los españoles tiene su gravedad.

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  13. Molt brillants aquests aforismes, el que m'agrada més és "Por la boca del deslenguado muere toda ética que se precie. O simplemente no nace".

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    1. Los lenguaraces me hacen desconfiar. Ya de niño lo comprobé con los que predicaban desde los púlpitos, amenazando con las tinieblas exteriores. Por su boca perecerían, sospecho. Y ahora los tabernarios y las redes sociales se dedican a decidir lo que está bien y no está bien, pero difamando.

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  14. Se creen fuertes y son los más débiles. Hay que ser fuerte para dar la cara, admitir errores, estar dispuestos a dejarnos convencer por otros y saber que nadie posee la verdad.

    Mi madre me repitió hasta la saciedad: no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Ya sabes, ofende el que puede, no el que quiere.

    Te imaginé enfadado escribiendo esto.

    Besos

    PD. Anoche vi la entrevista a Maruja Torres y la disfruté mucho. Quería que siguiera

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    1. Curioso: ese refrán de tu madre también a mí me lo decían de pequeño (y he comprobado su gran utilidad) y naturalmente muchos otros refranes que entonces ni entendía ni me gustaban porque algunos los usaban contra mí. Pues en cierto modo estaba enfadado, pero no visceral ni iracundo, simplemente que me hartan tantos prejuicios que llevan a algunos a hablar mal de otros, a creerse pontífices de la verdad y a descalificar. Y eso que no me muevo por los twitt ni fbook ni ni otras historias de la vorágine emocional que no muy racional.

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  15. Al fin de cuentas los blogs no son más que otro medio de expresión dónde se vuelcan las pasiones y las miserias humanas. Un abrazo desde un mini descanso

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    1. Bueno, sí, cierto, pero permiten cierto desarrollo y por lo tanto sensatez y reflexión en los comentarios. Otra cosa es que haya quien vaya a lo fácil y no aproveche el sesgo que ofrece un blog. De todos modos quien más o quien menos todos tenemos visiones sesgadas de las conductas y acontecimientos de otros y no digo de los colectivos y sus reflejos, la política, por ejemplo. El "pensamiento" líquido está sustituyendo a mi modo de ver al reposado y analítico, así que todo está lleno de prejuicios, posicionamientos inseguros pero que quieren presumir de firmes y de ahí a hablar mal solo hay un paso imperceptible.

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  16. No sé si es algo nuevo o es que ahora lo noto más, pero los últimos años advierto un nivel de prejuicio y de intolerancia mucho más marcados, expuestos sin filtro ni consideración de respeto hacia el que bien intencionado, piensa diferente. Es como si se hubiera perdido el umbral de respeto mínimo que se necesita en una sociedad sobre el cual se puede construir diálogo y consenso. Da la impresión que todos están con la histeria a ras de piel, a punto de saltar con las garras afiladas contra quién no adhiera cien por ciento a sus ideas más definitivas. Las famosas grietas se han vuelto irreconciliables

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    1. Puede ser. Analizar esto no es fácil ni breve. Hay nuevas generaciones que valoran ahora los acontecimientos y situaciones de otro modo. No quiero decir que sepan más que los que acumulamos más experiencia y más callos. Pero acaso su inquietud les conduce a riesgos que algunos ya no estamos dispuestos. Complicado de valorar, para una charla de café en Rosario, jaj.

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  17. Has descrito a la perfección la estupidez humana. A veces creemos estar en posesión de la verdad, qué ilusos, como si fuera posible que todos percibiésemos lo mismo y de la misma forma. Incluso hay quien va más lejos y pretende que su verdad sea la de los demás, por inconsciencia o por malicia, y ahí empiezan las tensiones.
    Vivimos en un mundo dramático porque no respetamos las diferencias que hacen de la humanidad un puzle con muchas tonalidades. El día en que seamos capaces de escuchar y no juzgar automáticamente sino quedarnos con lo que nos sirve y desechar el resto sin más, habremos dado un gran paso hacia la vida plena, que nos la estamos negando por pura necedad.

    Intentando no caer en esa trampa de la rigidez mental, podemos hacer que nuestros días se llenen de cosas que nos aporten, ocupación incesante que puede ser muy gratificante. Un abrazo Fackel🌸

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    1. No pretendía pontificar en absoluto, Ana, simplemente exponer pensamientos que me son sugeridos por el entorno, por los comportamientos en general y las personas como agentes de conductas en particular. Cada vez necesito huir más de rigideces. La rigidez es producto más bien de los miedos y límites y posibilidades de las personas que del sano ejercicio de pensar. Por supuesto cada cual debe buscar sentido al vivir, pero ahí lo gratificante para unos puede ser poca cosa para otros. Cada uno tenemos nuestras propias y sanas exigencias. Lo importante es que el disfrute y las aportaciones no sean a costa de desgracias ajenas. Pequeñas cosas, estén más o menos cubiertas nuestras necesidades perentorias, como dialogar, informarse buscando verdades, aunque sean relativas, leer por placer o por las búsquedas que cada cual se imponga, o escuchar música que descubramos, etc. considero que facilita la higiene mental, la convivencia y cierta sensación de que no vivimos por inercia solamente.

      Tu párrafo sobre vivir en un mundo dramático...bien planteado aunque ahíto de idealismo por vernos transformados me hace pensar que probablemente esto ocurre desde los primeros tiempos. La incidencia del presente es que las formas de vida son mucho más complejas y hay que sortear las dos vertientes, la de los elementos complicados y de choque que tiene y la de obtención de bienes no solo físicos sino sensoriales y emocionales que se compensen. Saludo siempre.

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  18. Se me olvidaba, hay emociones que si no las sueltas rápido te corroen y te pueden llegar hasta enfermar, como dices, hay que dejar a las vísceras tranquilas.

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    1. Las emociones también son instinto. Hay que ser receptivo a ellas pero si no las domeñamos un poco (o lo que haga falta) se pueden volver, como un bumerán, contra nosotros. Y no digo sus efectos sobre otras personas...

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