Vas a llevar la corona a tu reina. La que salvas. La que respetas. La que reconoces. No te arredra saber el precio que pagarás. Lo que ella me pida se lo concederé, piensas, anhelas. Acataré sus preceptos. Pero no es lo que parece, voy más allá, insistes. Bien sabes diferenciarte de los necios. Lejos de su babosería tú al menos crees conocer dónde estás. Es tu arte. En el ejercicio del culto a tu soberana te elevas. Te elevas incluso cuando te hundes para satisfacer sus caprichos. Jamás la alcanzarás del todo. Pero ella disfrutará no solo con sus mandatos sino incluso con sus desplantes, su altanería, sus humillaciones. Todo ello lo aceptas porque consideras que son los dones que ella pone en ti para percibir el goce. Te unas o no a la procesión de adoradores mandas mensajes ocultos a tu reina, que ella distingue. Te cuelas a veces entre los acólitos más viles y depravados para simular que eres uno más, pero ella sabe que no eres un cualquiera sino un selecto. Me ha elegido, piensas, te entusiasmas. Dispuesto como estás a descubrir tus pulsiones sin fondo ella te pone a prueba. No hay espacio extremo de la diosa que no desees idolatrar. Si te extiende sus manos las humedeces en tu boca. Si te ofrece su torso te estremeces en un impulso de lactante solícito. Si descubre su abdomen te arrodillas convulso ante el templo. Si prolonga sus pies perezosos lames cada palmo de sus dedos. Madre consoladora, canta tu plegaria, pero apenas has entrado en su reino. Porque ella será la que ordene, la que proponga, la que te hiera, la que te divida. La que saque de ti lo que tú mismo desconoces. ¿A qué estás dispuesto?
* Dibujo con autorretrato en Dedicatoria, de El libro idólatra. Bruno Schulz.
A veces, esto de ser republicano, ofrece una paz equiparable a la de los cementerios.
ResponderEliminar¿A que estoy dispuesto?
—A rendirme a los encantos de una presidenta.
Me ha costado entender la dialéctica de republicanismo y esa paz, pero entiendo que te rindas a una presidenta. Pero...No olvides que en la dialéctica también de Bruno Schulz tal presidenta sería dictadora.
EliminarEs posible, pero siempre es más fácil de decapitar. Ya se sabe, las coronas al ser de metal, pueden desfilar la guillotina.
EliminarRobespierre te diría que se la quitaron a aquel monarca para la ejecución.
EliminarHe ido a mirar de que iba el libro y he visto que vale mas de 300 €, de segunda mano. Con ese precio, apenas hay sinpsis. Para que compres el libro supongo.
ResponderEliminarDe todos modos , lo tuyo va sobre la sumision y sus limites, que en este caso , parece wue eran basrante avanzados. ¿Crees que el no obtiene ninguna satisfaccion?
Que objetivo tiene entonces?
Espera alguna recompensa que pasan los años y no llega?
Vi un capitulo de House ( wue segun dicen estaban basados en casos reales), en que la protagonista, que era la humilladora, explicaba de forma bastante convincente , aunque no recuerdo el razonamiento, que era una forma elevada de amor. Creo que incluia practicas sexuales de ahogamiento, y el protagonista, el humillado, a pesar de que el medico le advertia que su vida corria serio peligro, el humillado manifestaba wue no iba a dejar de hacerlo.
O sea que para gustos, los colores.
Te he mandado un mail preguntandote si te importaba que use el titulo de tu blog, para el reto de este jueves de neogeminis. No sé si ese correo donde te lo he msndsdo funciona. Es el wue salia en tu perfil.
Saludoss, fackel
Hay una de viejo de Madrid que lo tiene por 22.
EliminarPor supuesto que Schulz buscaba -no sé si obtendría- sus satisfacciones. No pintó el libro de joven sino porque ya en su interior llevaría una compleja tendencia a formas extremas de eros.
Sobre el tema de formas superiores de expresión sexual, bueno soy escéptico, y creo que es más bien algo muy particular, pero no es para adentrarse a debatir el tema ahora.
No he visto ese correo aún, estos días tengo ciertos problemas que me impiden dedicarme más al ordenador. Voy a verlo, pero usa de cualquier modo siempre
diefackel@gmail.com
Aunque ya te he respondido, te lo digo aquí: ningún problema, usa lo que quieras y que te sirva y lo tuyo te salga bien.
EliminarPor lo menos sabe obedecer...
ResponderEliminarHabría mucho sobre los procesos de obediencia. Uno de los grandes problemas que la tradición impositiva e insalubre del catolicismo condujo a la castración a millones de individuos.
EliminarQué cercana me resulta esa descripción de la absoluta sumisión de ese personaje! Cuesta creer que haya personas que aceptan consciente ese triste papel de súbdito obsecuente
ResponderEliminarTodo lo que se acepte libremente y como exigencia o prueba de un instinto personal pues eso es de muy de cada cual. Todo siempre pactado. De todos modos hay que conocer la trayectoria posterior de Schulz, no sé si sabes algo. En manos de los nazis hizo trabajos para un protector, aunque el azar le deparó su muerte por competencia de su protector nazi con el rival nazi del protector. Ahí también hay cierta historia de dependencia, pero que tiene que ver con la supervivencia, que en el caso de nuestro autor no llegó a buen puerto.
EliminarSer el elegido ha de ser un orgullo inconmesurable. Defines muy bien el sentir de ese súbdito.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez había algo de afinidades electivas, o simplemente Schulz construyó un mito personal -Undula- que le permitió sus devaneos eróticos. Hay que ver las espléndidas representaciones del Libro idólatra para captar un poco al autor.
EliminarA seguir leyendo.
ResponderEliminarSchulz es un escritor de primera. Algo complejo -el espacio que habitó, su tiempo, su devenir personal- pero para nuestra desgracia gran parte de su obra tanto literaria como pictórica fue destruida por los perseguidores.
EliminarLeí el fragmento del libro y, lo volví a leer porque requiere para su comprensión varias lecturas. Veo que el aspecto materno aparece como un ser dominante que es capaz de humillarnos hasta lograr sacar de nuestro interno, lo mejor. Muy alejado está el autor de la madre cariñosa y, nos presenta un tipo de visión tipo diosa que hay que idolatrar.
ResponderEliminarBuscaré el libro para su completa lectura. Muy interesante Fackel.
Abrazos
Tatiana. O no te interpreto bien o te aclaro. El texto de la entrada es de mi cosecha. El libro idólatra, obra de Schulz, es solamente de dibujos, el primero de los cuales es el titulado Dedicatoria y que he puesto en la entrada. Creo que la edición que yo tengo está agotada , era de Maldoror Ediciones, 2003.
EliminarSi deseas conocer relatos de Schulz te recomiendo Obra completa, editada por Siruela hace tiempo. Gracias por leer.
odio la palabra súbdito, me empalaga la palabra, reina, tanto como, principe azul, presidente o presidenta... Tan bonita que es la palabra, acracia...
ResponderEliminarBruno era una inteligencia noble, combativa... le costó cara. Gracias Fackel,
Le costó su existencia.
EliminarSúbdito, como bien sabes, viene del latín, participio de subdere, verbo que significa sujetar o someter, por lo tanto el participio dice: poner debajo. Indiscutible el término heredado por nuestra lengua. Lo que no nos gusta es estar sometidos, controlados, sujetos, atados, por debajo...pero ¿no lo estamos realmente? Hay un cierto grado, insuficiente pero a la vez algo avanzado, que indica que hay márgenes: somos ciudadanos, aunque naturalmente, hay ciudadanos de primera, de segunda, de quinta...La acracia es una bella palabra, de difícil encaje en las sociedades, tan complejas y ahora más. ¿En qué quedó todo el afán ácrata de otros tiempos?
no me engaño, no hay acracia que valga, solo en el diccionario viven las palabras, y es un placer tenerlas, a todas!
EliminarHay almas cándidas en las que habitan esas palabras y a las que rinden culto. ¿Fuera de la realidad? Claro que ya sabes cómo empezaban ciertos cuentos: Érase una vez...Y una vez algo de aquello fue y duró lo que duró. A buena entendedora...
EliminarEstamos prontos para quê? Anular a mente, o corpo e viver segundo regras impostas por outros? Política, religião, sociedade? Todo um leque de questões que o texto encerra.
ResponderEliminarInteressante como sempre...
Obrigada pela visita, beijos e abraços
Marta
En efecto, y das en la diana. Vivimos una parte de nuestra vida o acaso toda a merced de las reglas impuestas por los estamentos superiores. Busquemos los márgenes de deconstruir tanto sometimiento. Aunque solo podremos hacerlo en una mínima parte, siquiera ideológicamente. Cada cual debe saber por dónde empezar.
EliminarVeo difícil obedecer en estos tiempos que corren. El relato me ha gustado mucho, da para reflexionar y mucho. El dibujo una delicia.
ResponderEliminarUn placer, siempre.
Somos obedientes porque desde la cuna se nos conduce a ello. Pro la vida no solo es dejarse llevar a lo tonto, Rita, sino separar el grano de la paja y saber qué hay de sinceridad y qué de farsa en ella.
EliminarNuestro mundo está jerarquizado. Unos mandan. Otros obedecen. Algunos que obedecen a su vez mandan a otros con menos poder. Es un sistema socialmente aceptado. ¿Cómo se sale de aquí? Yo no lo sé. Cuando alguien extrae placer (emocional, físico o de ambos tipos) de ser súbdito ya es otro cantar. El asunto parece marginal, atípico, inusual. Sin embargo no es así. Es alguien que está en la rueda de la jerarquía, pero en vez de estar por obligación está por deseo. Aquí la obligación se torna felicidad. Nos encontramos según algunos con la estructura perfecta de vida, según otros con una aberración. Con algo perverso.
ResponderEliminarLa cuestión principal es ¿no es todo enamorado un súbdito? O quizás no. Es una cuestión difícil de resolver.
La sumisión como forma de amor y la idolatría como manera de demostrar la abnegación son cuestiones espinosas. Nos llevan a tener que estudiar el síndrome de Estocolmo doméstico y el principio de la adoración al líder que es la semilla de los regímenes totalitarios de
gobierno.
Un texto muy interesante que invita a la reflexión profunda sobre estos temas.
Ese primer párrafo tuyo me ha hecho pensar. Por ejemplo en las dependencia, sumisiones y aberraciones entregadas que regímenes fanáticos o nazis han desarrollado a través de la historia. Hay gente que obtiene placer haciendo daño -y no me refiero a lo consensuado y liberal de una relaciones sadocas- al prójimo y realiza ahí la compensación de sus impotencias, debilidades o trastornos ideológico mentales. El mismo Schulz fue víctima de ese placer ajeno de quienes odian, te recomiendo informarte sobre su vida y desgraciado final.
EliminarSí, todo enamorado es un súbdito. En ciertos casos incluso un esclavo. El mismo enamoramiento ya es entrar en una dependencia -que sea mutua no quiere decir que no lo sea- e incluso un trastorno. He conocido a personas sumamente desquiciadas por un enamoramiento sobre todo cuando en una de las partes pierde fuelle. Posteriormente están otras dependencias, el mismo matrimonio, consagrado por religiones, normas y leyes, y que tiene más de utilidad pública y privada que de amor.
Nada que objetar cuando hay consenso en el juego amoroso, pero ¿siempre es consenso o hay cesión pacífica y libre? En fin, supongo que lo importante es evitar imposiciones, forzamientos y cosas peores.
Se agradece hayas puesto unas pinceladas sobre el tema, lástima que el debate sea siempre breve por mor de los límites de un blog.
El prototip d'amant submís a mi se m'escau molt, per sort o per desgràcia. Però alhora sóc molt independent.
ResponderEliminarSupongo que es una de tantas formas personales de reaccionar en temas de convivencia o de aproximación erótica. Los que gustamos de independencia no siempre la logramos. ¿Has oído hablar del síndrome de Estocolmo? Hay esta clase de síndrome en nuestro entorno y cercanía, hay secuestros y auto secuestros que pasan desapercibidos a ojos ajenos.
EliminarNoto cierto ambigüedad en tu relato, sobre lo literal o simbólico de la reina, como una auténtica reina o como una mujer amada por una multitud. O si ambas, une reina amada por sus súbitos.
ResponderEliminarEl personaje, en cualquier caso, parece ser su preferido.
Bien contado.
Todo es ambiguo. Solo es concreto cuando se produce a la carta, es decir, a instancias de las necesidades expresivas, incluso más íntimas, del individuo.
EliminarFáckel:
ResponderEliminar¿qué lleva a alguien a sentir esa adoración sin fallos? Inquietante.
Salu2.
La mente peculiar de muchos individuos, pero ojo, que nos puede ocurrir a cualquiera. Nuestra psiqué es compleja y a veces se ve en tesituras muy especiales.
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