Me he retrasado solamente en el hecho de que mi imagen aparezca en esta página, porque ni Fackel ni ningún dios bendito podrían evitar que esté cuando tengo que estar. Pero eso sí, no perdono al autor del blog que se haya retrasado siete días, ¡siete!, para presentarme como mes y que además porto el estigma de ser el más corto. ¿Es un agravio comparativo o refleja la dejadez del personaje que me trae a trancas y barrancas hasta aquí? Él dice que es cosa de la sequía que padecen los de su tierra. Yo pienso que se trata de su propia sequía interior, que no se entera a veces de en qué tiempo vive, que está hecho un despistado, que en su hastío de los hombres también finge cansarse de los días y, lo peor de todo, que no me considera un mes definido. ¡Como si los demás meses no tuvieran sus más y sus menos!
Ya sé que a lo largo de la historia de los indígenas han corrido refranes en que purgo los pecados del mundo. ¿Cómo han podido hacer de mi existencia expresiones tan crueles como aquella que dice Febrero el corto, el peor de todos? Hay algún otro que me trata más suavemente: Febrero, rato malo y rato bueno. Un poco ridículo, porque habrá gentes que tengan ratos malos en cualquier época y otros que no se apeen de su bienestar. Si se quiere, en esa misma dirección alguien se apiadó de mí y matizó: Febrero, un rato malo y otro bueno. Lo cual me hermana más con el resto de meses. Agradezco la benevolencia de quien hiciera una precisión más justa.
Hay otro que se pasa tres pueblos, como dicen ahora. Febrerillo corto, con sus días veintiocho, si tuviera más cuatro, no quedara perro ni gato. Cualquiera diría que soy tan fatídico que pongo en riesgo la vida de mis hermanos domésticos. Que yo sepa no se me ha quejado ninguno, pero cuando agradecen mi duración abreviada me da en qué pensar. Los animales de casa no tienen ni un pelo de tontos más que los humanos que la habitan.
Un refrán que no se acordarán ni los viejos, si es que queda alguno de los antiguos tras la penúltima peste que ha venido asolando al mundo, es el que canta: Febrero, horas al hero, horas al foguero. Ya puedo aparecer yo en la escultura del artista de Parma encarnado en el labriego que huella el terruño, que nadie recordará que hero es heredad, el terreno de una familia, y sospecho que las formas de darle al suelo han cambiado y las horas de pasar al fuego abundan más y con calor de hogar más garantizado. Y para rematar, sigue en vigor aquel que me llama con descaro Febrerillo el loco. Un poco más de respeto, señores, que uno responde como se le da a entender, guste o no a las gentes y sus quehaceres.
Me he vengado de Fackel apoderándome de su entrada y poniéndome sabidillo -tengo derecho, ¿no?- al repetir dichos de la otrora sabiduría popular de los nativos del país. Consuélome con que aún quedan veintiún días más y no voy a revelar ahora si me manifestaré loco o cuerdo. Principalmente porque estos conceptos de locura o cordura son propios únicamente del comportamiento humano, al que en absoluto me debo. Pero ya es sabido que todo es del color del prisma a través del cual se mire la vida. Disfruten de las bondades de Febrero, que las tengo. Mas...búsquenlas.
Si, pero el que tiene wtos es ese que dice, "febrerillo el loco y marzo otro poco".
ResponderEliminarSaludos
Pues no va descaminado, no.
EliminarPor aquí febrero también suena a corto, claro, se cuentan los mismos días, pero el calor perdura, se lo asocia con el carnaval y es la antesala de la vuelta al colegio después de las vacaciones, o sea, es el último periodo antes de retornar a la normalidad del año laboral y escolar. Esperemos que está vez el COVID lo permita. Un abrazo
ResponderEliminarEs muy antiguo que las culturas diferentes relacionen el tiempo del año con las tareas agrícolas, pero aquello cayó mayormente en desuso y en cambio hay nuevas conductas y tradiciones, adaptadas, por supuesto, a los hemisferios. Aquí febrero es contradictorio y cambiante, tan pronto te da la impresión de que el clima mejor como da una vuelta y te recuerda que sigue siendo invierno.
EliminarNos ha salido respondón este febrerillo.
ResponderEliminarCreo que está cansado de que le hagan de menos.
EliminarA verdade é que não se pode negar a presença de Fevereiro...é um mês de transição, pensa-se já no Carnaval, na Páscoa, planeia-se as férias...
ResponderEliminarHoje, está Sol, mas a temperatura é baixa e quem sabe? talvez amanhã chova...
Mas merece ser falado...é tão importante como qualquer outro mês...
Interessante.
Beijos e abraços
Marta
Lo describes maravillosa y correctamente, Marta. Y aunque estoy más al Norte que tú creo que Febrero no nos impone grandes diferencias. Son interesantes los ciclos del año, pero se ve que están cambiando. Un futuro de cambio climático debido a múltiples factores. Por un Febrero al que amo como a cualquier otro mes.
EliminarOtro que dice. Febrero, el frío de enero lo hereda el cabrero.
ResponderEliminarNo lo había oído nunca, pero me suena a juego de palabras y a rimas. Hay más dichos que se han generado más por la rima que por la verdad. Claro que poco sé de los cabreros y sus actividades.
EliminarTen cuidado, Fackel, de que el resto de los meses no se apropien también del blog,contagiados por la actitud chulesca del mes más corto.
ResponderEliminarSaludos.
Espero que no, pero si se imponen, ¿qué puedo hacer sino ceder y que tomen la iniciativa verbal? Al fin y al cabo yo estoy de paso, pero ellos seguirán en pie.
EliminarPor si a caso, no le pongas muchas pegas a febrero, en mi caso se está volviendo un mes bastante antipático.
ResponderEliminarUn saludo.
Me intrigas, tú sabrás, pero no tienes que comentarlo.
EliminarHermoso texto, fascinante de leer. mi alabanza
ResponderEliminar.
Saludos poéticos.
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Pensamientos poéticos y ensoñaciones
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Solo se trata de un homenaje modesto a Febrero; se lo merece. Gracias, R.
EliminarMe encanta el relato, no secuestres a febrerillo que es corto pero enseguida nos trae a marzo con la esperada primavera.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte.
Un abrazo.
La primavera tan esperada tiene claroscuros también, no me fío. De momento vivamos el febrero día a día.
EliminarCuando empieza este mes, siempre me viene a la mente mi padre. Ambos somos Ricardo. Él lo fue y yo sigo siéndolo. Mi relación con los santos es la misma que pueda tener un estropajo con una enciclopedia y más aún con ese tal Ricardo Santo, que me parece que de santo tenía tanto como yo; quizás menos.
ResponderEliminarLo que ocurre es que el coronado vivió en una época en la te hacían santo, como ahora, en Cataluña, te dan la "creu de Sant Jordi"
Total: un terrorista de la Yihad cristiana. Llámame Noxeus. Gracias!
He tenido que recurrir a la hagiografía para saber lo de la fecha que te incumbe según la tradición y me ha dado un soponcio: hay un montón de santos Ricardo, incluido un rey. No sé si de alguno de ellos habla Santiago de la Vorágine en su Legenda Aurea, pero si lo encuentro te lo pasaré. Lo de la santidad, mejor lo dejamos aparcado, porque es parte de toda la grandissima trama.
EliminarAy, hombre de poca fe, los infiernos se abren bajo tus pies.
Salud, Nox, manque les pese a los fanáticos.
Interesante personificación de febrero. Creo que es como un duendecillo. Travieso y juguetón.
ResponderEliminarUna gozada de texto el que nos regalas.
Un abrazo
¿Por qué no darles categoría humana a los meses? Febrero siempre me intrigó, tan de contar poco el pobre...Entre un Enero con ecos de Reyes y las vacaciones y un marzo al que se supone un equinoccio febrero personificaba para mí en la infancia escolar un mes largo aunque fuera corto, frío, anodino, sin demasiados alicientes. Solo domésticamente aportaba un significado que mi madre se encargaba de recordar y agasajar: que fu el mes en que mis padres se casaron, pásmate, en pleno frío y en aquel lugar del norte de la España. ¿Seré yo un hijo del invierno?
EliminarPuede que seas un hijo del invierno. Es posible. A mí me gusta febrero. Los días empiezan a alargar. Es invierno y hace frío, pero hay algo limpio en el ambiente. Hay rebajas y puedes comprar verdaderos chollos. Se celebra el Carnaval. Me encanta ver a la gente disfrazada. El 14 es San Valentín. Es el mes de los años bisiestos, con sus 29 días. En las pastelerías hay Rosquillas de San Blas. Se acerca la primavera. La gente empieza a sonreír más. La luz del cielo es cada vez más nítida y las nubes tienen formas peculiares. En fin... que es un gran mes para mí.
ResponderEliminarPues suficiente para que te dé sentido; a mí ni me da más ni me quita nada; me dejo transcurrir a su lado; de niño tenía unos significados, de adulto, otros; de mayor ya los meses como tales han contado menos: el trabajo ha marcado más que los días; todo sigue su curso, ocurra lo que ocurra no culpemos ni a solsticios ni a equinoccios, ni a enero ni a diciembre; lo maravilloso puede hacer acto de presencia en cualquier tiempo; lo nefasto nunca llama a la puerta de un mes determinado sino que entra y se apropia de las vidas; las vidas cuentan en tanto viven; y así todo, así todo; sin lamentaciones.
EliminarFebrero anda suelto, tengan cuidado.
ResponderEliminarHabrá que adaptarse a él, como siempre.
EliminarNací un primero de febrero, es para mí, el mejor mes.
ResponderEliminarUn abrazo
Te felicito por la vida, aunque sea con análogo retraso al que aparece Febrero por aquí. Adelante sin complejos.
Eliminare has hecho sonreír. Este febrero tiene chispa. Un placer leerte Fackel.
ResponderEliminarUn abrazo
Se ve que el menor no quiere ser apocado, se reivindica; a ver qué nos depara de aquí a su final.
EliminarTe ha quedado muy chulo. En Febrero celebro varios cumpleaños de gente estupenda. También he recibido un resultado de analítica que ha disipado mis miedos. Vamos, que el sábado me daré un homenaje y los que vengan.
ResponderEliminarSalud. Adriana
Creo que cuentan más las analíticas -y felicidades por ser disipadoras en tu caso- que los años en sí mismos; de cualquier manera está bien te autohomenajees; mantén a la gente estupenda y no permitas que dejen de serlo, o estarlo.
EliminarLlevaba un mes horrible comiendo cosas tan apetitosas como acelgas,espinacas...pescados a la plancha, todo pensando que podría ser prediabetica porque la glucosa me dio un poco más elevada de lo normal. Las cosas de ser estricta. Pero ha resultado que para nada la enfermedad,y
ResponderEliminarsí, me apetecen otras cosas ricas.
Febrero me sorprende y me alegra.
Adriana
Pues no dejes de lado la acelga, el cardo, las alubias verdes, ni tampoco las legumbres, que nada de eso va mal (patologías específicas aparte) Últimamente se lleva mucho el PRE en la medicina: enseguida te sueltan lo de pre-maligno y te quedas en cuadro. Lo dicho, que sea para bien. Gaudeamus igitur cum Februarii!
EliminarEl Pre fue cosa mía,la medicina es la que ha dicho no.
ResponderEliminarAdriana
Está claro.
EliminarMirado desde otro ángulo ¿seguiremos siendo pre-humanos y viviendo en pre-formas de pre-historia? Ríe quien sabe.
No estaba al tanto de que Febrero fuese tan atacado por los refranes, con razón se queja. Me llaman la atención los peces sobre la cabeza del agricultor, supongo que Antelami representó el signo de piscis propio del mes.
ResponderEliminarLo mejor para mi es el consejo final, que cada uno busque por su cuenta sus bondades, seguramente lo haré.
Todos los meses tienen sus refranes, vinculados a las sociedades agrarias y tradicionales.
EliminarSí, Antelami hizo un doble calendario. El que vinculaba trabajos y días a lo largo del año, y el Zodíaco.
Febrero, como todos los meses, tiene su canasta de bondades, mas también de sus adversidades. De libre elección, aunque no toda elección es libre ni grata.
Yo soy del Sur Fackel, así es que estoy disfrutando el verano en su época más bonita , ya ha pasado el calor más intenso y estamos en Carnaval que es el más largo del mundo. Aquí amamos Febrero y nos parece corto! época de recitales y cines al aire libre. Playa de día y fogones de noche. No te olvides más de este mes. Desde Uruguay te deseo un Febrero precioso.
ResponderEliminarPero ya ves cómo el concepto cultural varía en función del hemisferio, bueno, mejor dicho, ya lo veo yo. No sabía que estábamos ya cerca del carnaval, al menos por aquí no he oído aún ruido del mismo. Procuraré no olvidarme, será buena señal por mi parte de que sigo contando febreros...Gracias, Lyliam.
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