sábado, 12 de febrero de 2022

La evanescencia de la mutilación (Serie negra, 71)

 





Qué fuerza expresiva puede tener una escultura clásica griega que incluso demediada, sin cabeza ni extremidades, erosionada por la incuria a la que le ha sometido el tiempo, la barbarie y el suelo, podemos percibir un cuerpo vivo. 

El posicionamiento del cuerpo nos invita por un momento a imaginar aquella diosa revestida del poder guerrero, sujetando con una mano una lanza, apoyando la otra mano en un escudo, protegiendo su testa con el yelmo. Ademán seguro, confianza latente, mirada altiva sobre los mortales.

Pero esta Atenea aun siendo ella es otra. Todo cambió con la pérdida. En este cuerpo mutilado los pliegues del peplo hablan por sí solos y cobran otra existencia. Lleva a la figura a trascender el mito y a domesticar significados.

De un templo antiguo y desaparecido ha pasado a habitar el hogar íntimo y presente de cada uno de nosotros. Nuestro interior se abre. Cualquiera podemos ser un santuario suyo. Nosotros la tomamos en activa advocación y ella se deja acoger.

Desgranamos la huella del cincel en la vertical y turbadora postura de la diosa y ella nos enseña a leer en la piedra. Algunos quedamos atrapados en esa lectura larga. Lenguaje de las formas y palabra de lo oculto.

La piedra transformada en carne siempre nos perturba. ¿Será porque nos representa en lo que somos, en lo que fuimos o en lo que nos hubiera gustado ser?

Desprovista de sus atributos por la mutilación la escultura de la divinidad nos ofrece otro significado. Que es tanto como otras vidas. No es la bélica, es la pacífica. No es solo la sabia, es la promotora del conocimiento humano. No es la diletante, es la hacedora del arte. No evoca la mera palabra sino también el entendimiento. 

Tras su ligereza, el movimiento. Desde su movimiento, la inquietud vital. En su vitalidad, el don de la feminidad hogareña y el obsequio de la conquista pública. 

Una escultura parcial deviene más total. La antigüedad se actualiza. La estatua pierde, pero gana. La base del cuello sugiere esbeltez. Los senos rezuman turgencia madura. El vientre expresa fecundidad. Las caderas inician una danza deleitosa. Un afinado contorneo otorga valor a su eje creciente. Las estrías del vestido son venas que destilan calor. El eje de la vida que no la hace cesar.

Su propuesta de metamorfosis nos habla. Soy la que fui. Soy la que soy. Soy la que queráis que siga siendo. La he escuchado atentamente. Sintiendo como ella no nos roza la muerte. O mejor dicho, la idea que nos hacemos estúpidamente de la muerte.

Sueño que transfigurado en cíngulo abrazo tu torso y con mis manos configuro los dos hemisferios de tu cuerpo evocador y sinuoso. He tomado el puesto del artífice. Deslizo mis dedos por cada plegado, redondeando las aristas. El frunce del vestido roza mis sienes canas. Mortal como soy se acelera insolente la sangre. Solicito tu auspicio. Reclamo mi transmutación.  

Los siglos la contemplan. Perplejos asistimos al acontecer de la diosa. Madre, esposa, amante, hija, mujer. Perpetuo origen. Epifanía de la evanescencia.




(Diosa Atenea, del Museo de la Acrópolis de Atenas)


26 comentarios:

  1. De hecho la escultura gana sin brazos, es más estética. Aunque no puede abrazar...

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    1. Pero uno puede imaginarse el abrazo. La Venus de Milo, tan paradigmática, ¿sería un horror contemplarla ahora con brazos?
      La monumental Victoria de Samotracia ¿podríamos aceptarla con cabeza? Dos ejemplos que por sí tienen una fuerza arrasadora tales cuales están. Cosas de la belleza de lo sublime.

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  2. Vaya dilema que se nos plantea: ¿cómo una joven que perdió la cabeza -y no por amores- puede ser la diosa de la sabiduría?
    Saludos, Fackel.

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    1. Paradojas, Cayetano, paradojas. Alrededor nuestro -en sentido amplio- hay muchas cabezas que de hecho están perdidas y no rezuman precisamente saberes.

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  3. Hay estatuas que las hemos conocido así y no nos podemos imaginar como eran en realidad. Tampoco aceptaríamos una reconstrucción virtual. Ya estamos hechos a como son mutiladas. Ésta en concreto ha sufrido mucho, a parte de sus ausencias, tiene el vestido totalmente marcado. El cuerpo inclinado como intentando esquivar los golpes con los que la cercenaron. Pero mostrando la pureza de sus líneas y de sus proporciones.

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    1. A pesar del deterioro tiene una calidad tremendamente humana. Ignoro si fue destrozada por nuevas civilizaciones -¿civilizadas?- o por otras causas, pero la perfección de que la dotó el escultor la ha eternizado. Muy humana. Divinamente humana.

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  4. Fackel, así, tal como interpretas la escultura, da gusto aprender.
    La perdida de las extremidades y de la cabeza, vuelve más interesante, si cabe, su contemplación, no obstante me encantaría verla en todo su esplendor, solo con la pátina del tiempo.
    Un saludo.

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    1. Hay una atracción especial la que se nos propone desde esta obra. Prescindamos de la interpretación: adquiere vida. Eso basta.

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  5. La belleza del cuerpo de Atenea se resalta como dices sin sus atributos guerreros, se la ve más mujer que diosa.
    Me gusta la palabra evanescencia. Asociarla a la feminidad me parece una excelente idea, últimamente lo femenino se reivindica justo en el sentido contrario, casi agresivamente creo yo.

    Buenas noches Fackel!!

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    1. La evanescencia es una cualidad que puede asociarse a la mujer o al hombre. A animales o a cosas. A lo tangible y a lo soñado.

      http://tulaevanescente.blogspot.com/

      Creo que lo conoces, me he acordado ahora. Buenas noches, Ana.

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  6. Hemos aprendido a percibir la belleza en estas esculturas mutiladas, pero... ¿sabemos por qué están mutiladas? ¿Actos vandálicos? ¿Accidentes? ¿Símbolos? ¿Censura? ¿Venganzas de guerra?

    No sabemos demasiado al respecto y ha llegado el momento de que los investigadores nos digan algo.

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    1. Se sabrá de algunas, pero supongo que será difícil aseverar lo que ocurrió realmente con ellas. Podrán hacer aproximaciones. Todos los pueblos han tenido invasiones, así que deduce. Hasta recientemente las bestias fanáticas del ISIS destruyeron en Irak (Mosul) y Siria (Palmira), como ejemplo.

      Yo dría que interesa saber mejor cómo y por qué y con qué trasfondo se hicieron las obras de arte.

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  7. Seguramente es el resultado de la influencia del oficio, pero siempre he sentido curiosidad sobre el tema de los cromatismos en el arte clásico. Se están haciendo algunos descubrimientos al respecto y todo indica que tanto en la cultura egipcia, como en la griega y romana, los edificios y las esculturas no eran como ahora las vemos, sino que presentaban abundante colorido.
    Sería interesante ver como reaccionaríamos antes las estatuas con su cromatismo restaurado.

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    1. Eso parece. Hay reconstrucciones virtuales del Partenón cromatizadas. Nos cuesta aceptarlo, pero por otra parte si era así ¡qué maravilla! ¡No?

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  8. Seria interesante saber, si en la epoca hacian fruncidos a los vestidos, para saber si no podemos saber si esta preňada, en caso afirmativo, o estar seguros de ello , en caso negativo.
    Lo.que esta claro es que acababa de salir del agua cuando le hicieron la escultura instantanea.
    Se mé acaba de ocurrir una polaroid de esculpir.
    Y que iba colgada de alguien con su brazo izquierdo, que ešte si que evanesció.
    Tambien eres Jean?
    Saludos multifackel

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    1. No entro en los fruncidos, que no soy un especialista in. A mí me gusta la posición ligeramente curvada del cuerpo, tal vez más pronunciada se nos aparece al faltarle tanto.

      Lo de la polaroid de esculpir no lo capto, o sí, no sé.

      Las metamorfosis existen y Jean, por ejemplo, lo sabe.

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  9. A partir de unos restos nobles somos capaces de desplazarnos a un ideal que aspira a lo infinito, un lugar quizás de desánimo, pero que, gracias a nuestra imaginación, capaz de completar unos miembros mutilados o de completar un frontón dórico, sustituimos el desánimo por una ilusión que siempre se renueva. Esta es la fuerza vital de lo mutilado.
    Ante una obra mutilada que estimula nuestra imaginación y nos conduce a un ideal estético nos preguntamos por qué el presente tiene tan poca importancia.
    El presente es el lugar del fragmento y el desengaño y lo imaginado es el territorio de la obra completa, la de la belleza ideal.
    El pasado ya no está, solo quedan los vestigios que nos ofrecen una oportunidad presente para imaginar.
    El camino de la imaginación produce imágenes poéticas.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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    1. Pero fíjate que no es lo mismo esa fuerza vital que percibimos de una mutilación artística que de un cuerpo vivo cualquiera que hemos llegado a ver físicamente. Nuestra percepción es antitética. También lo era para George Grosz, que dibujó a tantos lisiados alemanes de la guerra del 14/18, caricaturizándolos. Las ruinas piedra se nos imponen, nos trasladan al mundo imaginario y onírico (es lo que expreso en el texto) y no quiere decir que tengamos un ideal estético claro. Al menos percibo ideales estéticos diversos y en otras culturas (pienso en las de India, por ejemplo) y no podemos encasillarnos en una, aunque lógicamente sepamos que la herencia griega fue retomada por Roma y por el Renacimiento mucho más tarde, pero ya con otras visiones rompedoras y libres. Tienes razón en lo del fragmento, pero partiendo de este nos proyectamos imaginativamente, sin desdeñar la información que cada vez se va haciendo más precisa.

      La estatua de esta Atenea, que no es gigantesca, es un préstamo temporal de cuatro años del Museo de la Acrópolis ateniense al Museo Antonino Salinas, de Palermo. A cambio el museo siciliano ha prestado al Museo de la Acrópolis un fragmento del friso del Partenón. No sé si estos intercambios son meramente condescendientes o el principio de una devolución de las obras que entidades museos como British Museum o el Louvre deberían ser receptivas.

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  10. Siempre me ha intrigado ese significado atribuido a esculturas mutiladas, como la Venus de Milo, transformada en un icono aún sin brazos. Pensarla completa le resta incluso fuerza expresiva. Muy profundos tus pensamientos frente a esas piedras incompletas. Me identifico mucho. Un abrazo

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    1. Pensarla completa estaba resuelto para los griegos del siglo V, por ejemplo. Nosotros somos míseros herederos que sin la arqueología no alcanzaríamos a sospechar las dimensiones de aquellas culturas. Hemos configurado ideas fragmentarias del pasado y en la medida en que haya información más precisa es probable que tengamos que cambiar nuestros puntos de vista. Pensarla completa exigiría pensar como aquellos griegos, en diversas materias filosóficas, de creencias y de política. ¿Nos metemos al túnel del tiempo?

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  11. Todo tiene su lado positivo; yo no me pregunto el por qué, de dichas mutilaciones. Simplemente me recreo observándola e imaginando su cabeza, su rostro, su cabello, su nariz , su boca, sus labios; todo a mi antojo, a mi gusto. Sus extremidades sujetando quizás un libro , unas flores; al fin y al cabo es la escultura de una diosa, otras diosas.
    De todo ello simplemente quiero remarcar: En aquellos tiempos supieron valorar la belleza femenina de la mujer.
    Feliz tarde de domingo. ✔

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    1. Concedo todo el derecho e importancia a gozar de esa contemplación, que es lo que hago siempre. Luego, imagino, sueño. ¿Valoraron la belleza de la mujer o de la diosa? ¿O era lo mismo aunque no se nombrara identificación explícita? Porque detrás hay un modelo, por supuesto. Me quedo pensando en ello.

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  12. Las partes mutiladas las reconstruimos cuando la miramos. Y vemos una mujer joven y hermosa camino de la fuente. La inclinación del cuerpo es porque apoyaba una vasija en la cadera, así la imagino. Las partes de la piedra mutilada aún le dan mayor encanto porque estimulan nuestra imaginación.

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    1. Es probable, pero te diré que mi mirada se divide en planos, nada nítidos para las zonas desaparecidas. Las partes que faltan son grisáceas, en plano secundario, inciertas. Es como si la contemplación me exigiese desdeñar esa proyección. Creo que no acabamos de librarnos de la influencia tardía y recóndita de un pensamiento romántico. Como dice Noxeus, muchas obras de aquellos tiempos estaban pintadas. Hay resto en templos y estatuas de pigmentos cromáticos. ¿Aceptaríamos verlas de esa guisa original, si es que era así?

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  13. Que curioso. Una diosa intelectual, que ha perdido la cabeza, y guerreara, que ha perdido los abrazos.
    Consideró válido el argumento. Pero preferiría la estatua completa. ¿Que rostro imaginó el escultor?

    Interesante diosa. Un tanto arbitraria en su faceta vengativa. Fue un tanto extrema con Tiresias, al dejarlo ciego, por haber sorprendido bañándose en un río. Aunque lo compensó con dones, como el don adivinatorio.
    Y era una diosa más racional en la guerra, que el furioso Ares. Y valiente, al enfrentar a Heracles, en estado de locura enviado por Hera.
    Y alguna vez tuvo alguna historia amorosa con Poseidón.

    La estatua incompleta podría interpretarse como una venganza de Cronos, por haber sido derrotado, su poder usurpado, por sus hijos, los dioses olímpicos. Y la venganza consistió en devorar a una diosa de la siguiente generación.

    Saludos.

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    1. Las vidas de los dioses siempre fueron más interesantes que las de los mortales, ¿no? Bueno, seguramente eran la proyección ideal de estos y encarnaban lo imposible y lo improbable de los humanos. ¿Condicionaría el comportamiento de las divinidades relatadas en los mitos a los humanos? Lo curioso de los mitos, como transmisión o narrativa oral que fue es que se multiplican sus versiones. Así por ejemplo en el caso de Tiresias un relato dice que fue Atenea la que lo cegó, otro relato que fue Hera, la mujer de Zeus, y los motivos, que ahora sería prolijo explicar aquí, son apasionantes.

      Te veo muy empapado de mitología, me agrada. Probablemente el estado de esta Atenea sea producto de un acto vengativo, más que de Cronos de los tiempos: de las barbaries que traen siempre otras culturas y religiones, probablemente. Saludo.

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