- Don Juan, le veo muy fatigado esta tibia mañana de febrero. ¿Ha caminado ya usted mucho?, le pregunta a mi maestro el vecino del entresuelo.
El maestro Mairena, mirando a su interlocutor con ojos cansados, le responde cortésmente:
- Como de ordinario he madrugado, aunque aún tengo pendiente mi caminata de piernas. Pero sí, le reconozco que durante las últimas horas he paseado mucho por el pasado, me ha costado en exceso subir la cuesta del presente y temo el abrupto camino que me puede deparar el porvenir. Todo ese ejercicio en un febrerillo enloquecido, ya sabe usted, estimado vecino, puede ser francamente agotador. Y uno no está a estas alturas para muchos trotes.
No es que mi maestro sea críptico, sino que a veces nosotros no somos capaces de interpretar sus pensamientos y menos sus expresiones irónicas. ¿Habrá que esperar a ser viejos para comprenderlas? Pues aviados estamos si seguimos sin aprender nada.
(Fotografía de Ramón Masats)
Às vezes, nem os nossos pensamentos entendemos...Nem sempre a resposta está no passado e por isso, temos que ouvir, deixar que a mente viva sem fronteiras...Porque estamos sempre a aprender...e há quem passe pela vida e não aprenda nada, há quem fique tão desiludido que se fecha ao Mundo e há quem continue a navegar, em busca de respostas...
ResponderEliminarInteressante como sempre..
Obrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
Por supuesto que no siempre entendemos lo exterior y nos entendemos a nosotros mismos, pero que la respuesta no esté en el pasado -aunque sí algunas pistas- no quiere decir que no intuyamos cómo hay quien desearía retornar de la peor manera a un pasado negro.
EliminarEstá meridianamente claro su discurso, nos queda un largo trecho por recorrer, al menos es lo que deseamos todos.
ResponderEliminarPero no solo como tema biológico personal. También como problemática colectiva. Ayer fue un día en que hubo gente que percibió con desagrado el cerebro tan débil de muchos paisanos. Eso es lo que Juan de Mairena bis anda rumiando.
EliminarEn ocasiones ni nosotros mismos somos capaces de interpretar nuestros pensamientos. Nos jactamos de conocernos pero sólo lo hacemos a través del espejo del baño.
ResponderEliminarNo me encuentro capaz de interpretar las disquisiciones del maestro.
Salut
El maestro bis está desasosegado, pero prudente, ante la actitud de los castellanos para su futuro; no quisiera retorno al pasado más oscuro.
EliminarEl dilema entre pasado presente y futuro nunca lo he acabado de asimilar, creo que vivimos en un presente permanente, o No future como proclamaban Sex pistols. Y el pasado? el pasado es una mera manipulación subjetiva de los recuerdos. Perdone usted señor Doctor, el lunes sigue siendo lunes aunque uno ande de jubilado por la vida.
ResponderEliminarPero no todos los lunes uno no se levanta viendo lo que ve en el plano del futuro colectivo que labran sus paisanos. Ayer hubo elecciones autonómicas, el panorama tiene proyecciones y un futuro muy incierto.
Eliminar"La cuesta del presente" y "el abrupto camino que me puede deparar el porvenir·. Eso no es ficción y afrontar esos retos es afrontar la realidad.
ResponderEliminarNo solamente en cuestión de salud, sino de entendimiento social, de perspectivas dudosas sobre el suelo institucional y político, y eso incide lo suyo en los individuos. Juan de Mairena era relativamente críptico, el Bis algo más porque de ser más explícito vomitaría.
EliminarEs que hay caminos que no todos se ven, que menos se atreven a comenzar y casi nadie logra llevar a buen término.
ResponderEliminarY después está lo que hacemos durante el día, pero eso ya es otro tema.
Saludos,
J.
O con lo que tenemos que tragar por ciertos "hacedores" del desastre.
EliminarYo también le temo mucho a la cuesta del futuro. Un futuro no muy lejano.
ResponderEliminarA buen entendedor...
Saludos.
Así es, a buen entendedor, visto lo visto. ¿Vamos a tener una senectud amargada por mor de la irresponsabilidad de un sector social? Ceguera es la gran enfermedad del alma, cuyos tres pilares: Ética, Estética y Política, a modo de ver para el conato de Bis de Mairena, están por los suelos. Ya sabes, de aquellos polvos estos lodos.
EliminarNo se yo si los romanos miraron bien para bautizar el territorio. Creo que hay mas burros que conejos, francamente.
ResponderEliminarHace ya un tiempo resolví refugiarme en una cueva alejada de cualquier brote de política. Claro que más que una cueva, es una especie de cúpula mental. Y resulta que ahora, mi pasado es ayer. Mi futuro, mañana. Pasado mañana ya no se qué es la verdad es que me importa más bien poco. En cuanto al presente, se renueva tan rápido que cuando acabe el comentario, ya se habrá desvanecido.
Y en cuanto al verdor que se "albira"(palabra catalana que me gusta porque me lleva a aquello de lo que se ve venir al alba de cualquier cosa -avista-) pienso aquello de "padre, perdónalos porque no saben como les dolerá el culo...
Contundente, Nox. Y que nos perdonen los burros por utilizar sus propiedades aunque no en vano. No le demos vueltas a las cuestiones del tiempo, y recuerda que están también los verbales que no son más halagüeños: que si condicional, que si imperativo, que si gerundio, que si subjuntivo...cuando tratamos de aplicarlos a nuestras experiencias vitales a veces nos cuesta casarlos como debería. Y claro, encima vas y ves: ¿por qué una parte del colectivo humano se ciega de tal manera que se deja llevar por mediadores, demagogos, falsarios y demás calaña? Es un simple desahogo, no pretende obtener respuestas, aunque tenemos a mano inquirirlas. No sé qué veremos (o sí)
EliminarNo sé a quien oí hace poco, que los politicos que tenemos reflejan con bastante exactitud lo que somos como sociedad
ResponderEliminar. Los menos ultras de los politicos deberian hacer algo, mas meritos quiero decir, para que no pase lo que esta pasando (en todos sitios , no solo donde ayer)
Saludosss
El criterio que tenemos de los políticos es maniqueo, inconsciente e hipócrita. No sé por qué los vemos como los bárbaros, o es que acaso son NUESTROS bárbaros, ¿no? Y la ceguera -pon los apellidos que quieras, incultura, ignorancia, desinterés por informarse de los problemas, etc.- hace que seamos manada siguiendo a los demagogos más recalcitrantes. Ya sé que todo eso es más complicado de explicar, no viene al caso ahora, y aunque estoy de acuerdo contigo en tu segundo párrafo creo que tampoco los demás hacemos más méritos. Dejémoslo ahí que el asunto va a ir para largo y peor. Saludos.
EliminarEsa España profunda, de la Milana bonita...qué tanto sigue arraigada, por Dios.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues como poco es media España.
EliminarPor cierto, bienvenida de nuevo, Maripau.
EliminarHay caminos mentales mucho más agotadores que los físicos sin duda. Recorremos cada día una etapa de nuestra existencia y el entorno nos condiciona mucho. Tenemos que vivir con lo que hay, pero pienso ¿merece la pena gastar un solo un minuto sufriendo por los derroteros que toma la sociedad que nos ha tocado vivir?. Parece muy egoísta expresarse así pero he llegado a la conclusión de que no puedo cambiar la sociedad, solo aprovechar que estoy viva y agradecer aquello que para mi tiene sentido y me llena.
ResponderEliminarSé que mi actitud es extraña y no supone ningún consuelo pero así lo siento.
Besos Fackel.
¿merece la pena gastar un solo un minuto sufriendo por los derroteros que toma la sociedad que nos ha tocado vivir?, dices, y me hago esa pregunta dese hace décadas. Pero es ahí en la manera de abordarla en la que me cuestiono yo mismo. Desde luego si fuera por cierto sector social, la respuesta sería sencilla y yo me alejaría de su interés. Negaría la estética, la ética, la política...pero ¿eso sería una actitud humana adecuada y en una sociedad que dese hace miles de años trata de ser social y que lo social sea tomado por los individuos y no por poderes de una clase minoritaria? Un no puede cambiar acaso ni para uno mismo, porque las circunstancias nos marcan y condicionan, espera y verás lo que os espera si los derroteros van por lo infame y retrógrado. Y las mujeres lo pagarán más.
EliminarCreo que pase lo que pase defenderé sin duda mi forma de vida y llegado el caso en el que vivir en sociedad fuese realmente insufrible, teniendo a mi hija criada y con una buena coyuntura familiar (requisito indispensable) me buscaría un lugar apartado para vivir, una ermitaña vamos, antes de permitir que me amarguen las últimas décadas de mi vida. Esto que planteo es pura teoría, claro está, ojala nunca llegué a verme en semejante dilema.
EliminarHay ermitaños en las ciudades, no hace falta ir muy lejos.
EliminarSomos seres sociales y por tanto políticos. Lo que hacemos en nuestra vida privada con nuestras relaciones personales, en nuestro trabajo y en nuestro tiempo de ocio está condicionado por nuestra forma de Gobierno, nuestras leyes, nuestros políticos.
ResponderEliminarAl mismo tiempo, lo que nuestros gobernantes hacen es un reflejo de lo colectivo. Nos guste o no nos guste...
Por ello, cualquier hecho social o político nos repercute. Cualquier guerra nos afecta. Cualquier crisis sanitaria o financiera nos afecta.
Los antiguas decían: "Como arriba es abajo".
A mí se me ocurre decir "como afuera es adentro y como adentro es afuera".
No sé qué ocurrirá en Castilla León tras las elecciones. Ojalá no gobernaran de modo autoritario sino por consenso. Pero ¿ocurre eso en alguna ocasión? Lo dudo...
El maestro sabe...
Me pregunto cómo será nuestro futuro, el de los españoles y el de la humanidad. Mi hemisferio derecho alberga esperanza y optimismo. Mi hemisferio izquierdo desolación y pesimismo. Las cosas no van como quisiéramos... para qué engañarnos.
¿Y no tienes la sensación de que ciertas cosas se venían venir desde hace tiempo, pero nadie ponía remedio? No digo solo en España, ya ves la deriva de ciertos países europeos del Este que están en la UE...
EliminarMe ha gustado eso de "Como adentro es afuera y como afuera es adentro".
Prosa poética que no poesía prosaica. Este maestro suyo no es nada críptico, pero la sabiduría siempre exige un esfuerzo, no se regala. Me gusta eso de pasear por el pasado, yo lo hago con frecuencia pero no por el pasado de anteayer que no deja de ser precuela del presente, sino el pasado que no volverá, la casa de la niñez y las aventuras de la juventud. No hace falta ser viejo para haber vivido y no basta llegar a viejo para haber vivido tampoco.
ResponderEliminarEl pasado que no volverá, la casa de la niñez y las aventuras de la juventud...dices, es interesante porque uno sigue buscando claves del pasado, se enreda en pensar aquello de si hubiera sido esto de otro modo...o simplemente en el placer de valorar situaciones y personas que nos rodearon, mucha de ellas ya inexistentes. Por supuesto, hay gente que hemos vivido ya mucho hace décadas, pero cuanto más se vive más nos sorprendemos, uno no se aburre nunca de la vida.
EliminarMe alegra que no te aburras de la vida. Yo simplemente la sobrellevo deseando que no dure mucho.
EliminarPor circunstancias personales, tanto familiares como de naturaleza biológica, siempre generé recursos para evitar el tedio. Además mientras uno tiene la mente lúcida puede activar más recursos, desde analizar ese pasado que decías antes, y no solo personal, hasta dedicar la capacidad mental a desentrañar lo ideológico, colectivo, histórico (al menos para mí tiene interés) y cómo me ha afectado a mí mismo o a mi generación. Puro interés personal y necesidad de ajuste de cuentas, no sé si lo entenderás pero podría ser objeto de amigable conversación, sin duda.
EliminarEso no quiere decir que muchas personas y situaciones no me hastíen, pero eso es otra cosa.
Sobre tu segunda frase nada puedo decir, ni siquiera aconsejar: cada cual lleva sus razones.
La geopolítica es complicada. A Rusia no le gusta que sus antiguos aliados (que en realidad eran vasallos) puedan asociarse con Europa, la Unión Europea, el Euro y la OTAN. Está en su derecho de que no le guste, pero... ¿debe armar una guerra por eso?
ResponderEliminarUf, aunque no vas descaminada es mucho más complicado todo, mucho más. No tardando mucho se verá por dónde se deriva todo.
EliminarPienso poco en el futuro, porque mi experiencia me dice que siempre me sorprende.
ResponderEliminarAsí es, hacer ficción del futuro puede animar a muchos, pero no garantiza nada.
EliminarYa debo estar vieja, porque bien le entiendo...
ResponderEliminarUn abrazo
No te creo, pero cuando tenga que ser el tiempo que no te sientas sino sabia (siquiera para ti misma)
EliminarSi nos parasemos a escuchar con atención lo que nos cuentan las personas seguro que lo entenderíamos todo, incluso hasta lo inexplicable.
ResponderEliminarLo que daría yo por escuchar una charla del maestro Mairena.
Un placer pasar por aquí a leerte.
Un abrazo, Fackel.
Pues solo tienes que acercarte a alguna edición de la obra de Antonio Machado donde figure Juan de Mairena. situarte en su tiempo histórico, esforzarte un poco por entender lo que eran los españoles en su tiempo y comparar con los actuales, por aquello de que acaso no hemos cambiado tanto. Yo leo con cierta asiduidad a Machado y le sigo viendo clarividente de largo recorrido, como se diría hoy. Yo agradezco ser leído por ti.
EliminarEste nombre me hizo recordar una frase sobre que Dios creo el caos y le pareció bueno y lo llamó Mundo. Que decirte. Imagino a Mairena un personaje de Machado (si, me falta leer mucho) pero la ironía de los adultos mayores me parece soberbia y genial a veces y veo que los jóvenes no le ponen atención. Y una pena porque tienen la respuesta y el conocimiento de lo que viene...porque ya lo vivieron. Ánimo Fackel, habrá alguna generación en medio que los salve, los jóvenes ni siquiera van a votar. Al menos te lo deseo. Aquí en mi paisito sucedió lo mismo, olvidaron el pasado y claro , lo estamos repitiendo.
ResponderEliminarCuando yo era niño e incluso después joven no entendía el humor ácido y la ironía de varias vueltas de la gente mayor. Tiene que hacerse uno grande, como decís por ahí, para comprender ciertas cosas, solo algunas.
EliminarEl problema de la abstención -pasota y crítica como reacción, pero nada constructiva- de los jóvenes es que pueden facilitar regímenes totalitarios. Y muchos de ellos ya están votando con inconsciencia y desinformación a la violenta y radical extrema.