¿Somos viajeros del tiempo o de la eternidad? Creo que tanto lo uno como la otra son eufemismos de algo que medimos obstinadamente pero no terminamos de explicar. Aunque tampoco me importa.
En el principio de Sendas de Oku, Matsúo Basho dice, por boca intermedia de Octavio Paz (en la edición de Editorial Atalanta) :
"Los meses y los días son viajeros de la eternidad. El año que se va y el que viene también son viajeros. Para aquellos que dejan flotar sus vidas a bordo de los barcos o envejecen conduciendo caballos, todos los días son viaje y su casa misma es viaje".
Una versión análoga y a la vez se me antoja diferente, la de Antonio Cabezas (en la edición de Editorial Hiperión):
"Los meses y los días son pasajeros de las edades, siendo también viajeros los años, que van y vienen.
Para los que dejan flotar su vida sobre un barco o envejecen llevando los frenos de los caballos, todos sus días son viaje y hacen del viaje su morada".
Yo me quedo pensando. Lo que dice Basho ¿lo dice Basho? Octavio Paz y Antonio Cabezas reescriben al traducir. ¿Qué estoy leyendo, entonces? ¿El tiempo o la eternidad? ¿Viajamos nosotros o viaja esa abstracción llamada tiempo? ¿Es nuestra casa-vida el viaje o es el viaje lo que hace nuestra casa-vida?
Mirando las musarañas quedo. Me agrada Basho.
Poco puedo decir sobre el tema, pero intuyo que el tiempo es ese espacio que no tiene medida.
ResponderEliminar¿acaso es igual el tiempo para la víctima que para el verdugo?
Salut
¿Acaso lo es para el que sufre un cólico de riñón que para el entregado a los devaneos placenteros amorosos? Solo se me ocurre preguntar también.
EliminarSin duda es sutil la diferencia aunque profunda entre la traducción de Paz y la de Cabezas. Me atrae más la del primero, la que nos conecta con la eternidad. Pienso que la vida, efectivamente, es un viaje, cada instante es parte de ese viaje pero me consuela que a la vez nos conecte con la eternidad. La vida tiene esa textura tan etérea, tal levedad, que se nos apodera la sensación de su futilidad, su insoportable inconsistencia (Kundera)... Si sentimos que cada instante es pura eternidad, en una percepción de que todo es cambio permanente -más en un tiempo tan frenético como el que vivimos- algo nos acompaña y nos consuela. Creo que Heidegger identificó Ser y Tiempo. Me gusta la idea de que somos esencialmente tiempo, y anhelo que ello me signifique eternidad. Pero no sé si es ser demasiado ambicioso.
ResponderEliminarHombre, yo también me inclinaba por la de Octavio, simplemente porque suena más literaria, porque ni sigo sabiendo qué es la eternidad ni siquiera el tiempo, solo sé que tengo más arrugas, más canosidad y menos ritmo. Deduzco que tiene que ver con los años que llevo sobre la Tierra. Lo que siempre me ha obsesionado, y aún me pega fuerte, es esa sensación en cada quehacer de cada día de si aprovecho o pierdo el tiempo. Ah, ¿ves? siempre sale la expresión temporal, digamos. Esa sensación de si aprehendo cada día o lo echo a perder, porque ya vendrán más, que solemos decirnos como tontos, me martiriza en ocasiones. Y al fin y al cabo me estoy descubriendo como un extremado escéptico que no se cree nada de lo que los hombres mantienen en sus filosofías. Supongo que cuando la ciencia en general y la astrofísica en particular avance más ciertos planteamientos habrán cambiado de posicionamiento, pero yo ya no estaré.
EliminarSomos viajeros de la vida donde el tiempo a veces habla otras calla.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Solo habla el tiempo a veces? No es por llevarte la contraria, pero tengo la sensación de que susurra, habla, vocifera...en fin elige todos los tonos posibles pero...eso sí, se personifican en cada individuo. El silencio del tiempo también es una expresión.
EliminarTal vez lo que llamamos tiempo sea una apariencia con la que se nos muestra la eternidad, adaptándose a nuestra limitada comprensión. De la misma manera que asumimos la realidad parcialmente, según sea nuestra capacidad de percepción y punto de vista.
ResponderEliminarTal vez. La interpretación de la historia, del universo y de la vida ha sido muy aparente hasta hace poco. La verdad es que no deja de ser algo sorprendente e ingenioso el fenómeno de la evolución humana en el planeta Tierra. Somos hijos de la materia antes de nuestros ancestros tipo Homo, pues estos a su vez lo fueron de otras especies, circunstancias y evoluciones de la materia. Este tipo de pensamiento me calma y me consuela, me incita a contemplar la aventura humana con alegría, a pesar de los elementos negativos que contenemos y ponemos en práctica y que son también fieramente humanos. Lo del viaje es una imagen preciosa.
EliminarSomos viajeros del tiempo y nuestra biología lo expresa y se resiente.
ResponderEliminarAquí estamos, otra vez, de vuelta, después de haber contemplado las musarañas y de haber viajado por el tiempo de calores y brisas.
Abrazos
Pues no perdamos de vista seguir contemplando las musarañas, que seguro que tienen mucho que enseñarnos. Así que bienvenido con aire renovado.
EliminarSalutem.
En mi opinión es el tiempo el que viaja, donde nos encontramos; pasan los días, las semanas, los momentos; el viaje del tiempo es incondicional, no deja a nadie.
ResponderEliminarSaludos.
EliminarViaje del azar.
Nuestros débiles pasos
puro silencio.
1. Comparto esa actitud instintiva hacia cualquier pensamiento subjetivo con respecto al aprovechamiento o no del tiempo.
ResponderEliminar2. Fijando metas se percibe el paso de dicho tiempo como enriquecido.... me parece.
3. Al margen de la historia, prejuicios, filosofías y enfoques diversos cuya cavilación también enriquece e incluso podrían consolar temporalmente al sujeto; como materia inserta en la misma me parece de lo más natural limitar los juegos mentales a la encrucijada del presente inmediato aunque repugne. Parece limitador pero es lo que hay. Algo que, me temo, se debe asumir a edades avanzadas mientras el conjunto de células mantenga cierta cohesión. Solo desde ahí siente mi persona que debería extrapolar conclusiones . Esto último me resulta resulta difícil cuando lo instintivo impulsa a soñar de diversas maneras, incluso racionalizando para intentar escapar de la corrupción instalada en cualquier organismo vivo. .
Acabo de echar el cierre a mi cinemascope particular y ya siento sus consecuencias. El hábito cuando se establezca, resultará el único resquicio de tranquilidad.
Está claro que ya que se trata de vivir hay que hacerlo con todas las consecuencias. Si se puede, al dí, bueno yo creo que la mayor la vivimos al día, lo cual no significa no vivir con objetivos relativos, limitados y a veces hasta de difícil logro. Pues parte del uso del tiempo es ilusión. Nos aferramos a lo que creemos existente y tangible, con mayor o menor éxito, hasta que el infarto o el ictus nos separa de nosotros mismos. Las edades avanzadas muestran cierto orgullo: saberse haber llegado en respiración -en otras cosas sería ya discutible- bastante lejos. Sí, lo instintivo invita a soñar y a aferrarse a supervivencia con recursos impensables. Somos tan duales, lo cual es divertido. ¿Por qué los ancianos recurren tanto a la imagen de la niñez?
EliminarCreo que solo leemos el tiempo, la eternidad no es una ecuación de lógica solución, es una idealización del tiempo puede que esté descrito en el universo.
ResponderEliminarConfórmate con esto, porque corroborarlo implica morir. :D
Bona nit.
Así es, una idealización literaria del tiempo. Las cosas son por una parte y la percepción y la manera de manifestarlas y expresarlas por los hombres es otra. No siempre coinciden. Pero las cosas -los fenómenos, los avatares, los hechos- tienen que pasar por el cedazo de nuestra comprensión, es decir, de nuestra adaptación de ellos. Sí, además la pregunta: ¿muerte resulta ser el fenómeno más propio del ser humano que el nacimiento, simplemente porque existe conciencia de ello? Interesante meditarlo.
EliminarTraducir poesía oriental debe resultar complicado, nos llegan aproximaciones.
ResponderEliminarBonito libro y precioso el haiku que nos regalas; va otro de vuelta:
Dáte tiempo
por las Sendas de Oku.
Mira a Basho.
Adriana
Si traducir de cualquier lengua es complicado y en cierto modo encarna una nueva escritura por parte del traductor -se lo escuché decir en directo en una ocasión al gran Miguel Sáenz- imagina hacerlo de una lengua oriental y no te cuento de culturas ancestrales.
EliminarCuando lees a autores de Oriente no sé que pasa pero suscitan contagio: de sensibilidad, de enfoque, de sintaxis, de apreciación de la vida. Basho es de los grandes haijines. Gracias por ese otro de vuelta.
Al hilo de lo que tu texto me sugiere o me despierta en lo más hondo de mí, es recurrente, al menos para mi persona, a la vuelta del verano, cuando septiembre se despereza y se estira como un chicle, y todo se llena de buenas intenciones y proyectos: ir al gimnasio ( en mi caso, a fisioterapia, que ya no ando para virguerías); empezar un curso de inglés o de literatura creativa; hacer una colección de algo...Es recurrente, como ya digo, ponernos en plan machadiano y meditar sobre el tiempo y la memoria. Una especie de recurso que nos dota de energía renovada para afrontar el nuevo curso que se avecina movidito.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
Es curioso lo que planteas. Es verdad que las buenas intenciones no comienzan hoy día con el nuevo año sino con el denominado nuevo curso. Hasta qué puntos ciertas actividades generalizadas y el mercado marcan nuestros ritmos. Curso, recurso...interesantes correlaciones.
EliminarEsperemos que las movidas del nuevo curso no nos alteren como para desquiciarnos. Crear márgenes, habitar rincones, salir al desierto elegido, pero con oasis (que el obligado ya se cierne) Salud, Cayetano.
Si, siempre me ha resultado más interesante saber de dónde venimos que hacia dónde vamos y seguramente es porque no hay conciencia después de la muerte, en cambio si hay del antes, y eso también tranquiliza. Lo que pasa después me atrae pero sé que nunca lo veré aquí, en este mundo ni en otro, aunque esto ya es especular :D
ResponderEliminarMe has hecho pensar en ello.
Feliz semana!
Por supuesto que la conciencia tras la muerte no puede haberla (no existimos _ no somos_no pensamos ) Pero la conciencia de los orígenes se circunscribe a los recuerdos de infancia. Pero aparte está nuestro interés por conocer el pasado -antropológico, biológico, etológico, de los multiversos galácticos- que nos ayudan a una aproximación a la comprensión. Cada vez que sale una nueva interpretación o un nuevo descubrimiento paleontológico de nuestros ancestros me entusiasmo. Ayuda a quitarnos soberbia y ese centrismo de mirarnos al ombligo los sapiens modernos que nos mata. Me gusta precisamente el intercambio de impresiones e ideas que hay en el blog, cada comment es un incentivo, un escalón no solo de convivencia sino de conocer. Gracias, Gemma.
EliminarLiteratura con mayúsculas es Basho, sin duda.
ResponderEliminarMirar las musarañas también es viajar. Se viaja todos los días porque cada uno es distinto y las sorpresas nos aguardan nada más levantarnos. El viaje somos nosotros mismos, lo llevamos dentro, ¿puede ser ésto así?.Habrá opiniones e ideas para dar y tomar, pero es un tema muy interesante. Para reflexionar sobre ello
Besos
No sé si a ti te dirían aquello de eh, despierta, que estás en las musarañas. Lo cierto es que desde la infancia uno ha tenido que escapar muchas veces a ese espacio-tiempo que se llama musarañas, es conveniente para la salud en general y para el pensamiento en particular. Así que claro que es un viaje, claro que es muy interior, tan interior que no controlamos, porque lo que llamamos conciencia es algo muy limitado, y sin embargo dentro de nosotros hay muchas vidas y relaciones entre nuestros componentes físicos, sean del orden que sean, que nos superan y se nos imponen a la hora de reaccionar. Somos viajeros de nuestra confusión, de nuestra perplejidad, de nuestra admiración, de nuestras capacidades pero controlar todo eso es una tarea viajera, sin duda. Cada cual sabrá lo que logra. Yo ahora soy más consciente que nunca de lo que se me ha escapado. Pero asumo lo modestamente obtenido y me congratulo en ello. Para meditar a fondo, sí.
EliminarSomos como cáscaras de nuez navegando, no sé si por las coordenadas tiempo espacio, o por los recovecos de laberintos que al final no han cambiado.
ResponderEliminarOctavio Paz siempre vale la pena. Un abrazo
Una imagen que me retrotrae en el tiempo personal. La de la cáscara de nuez. Aquellos efímeros barquitos que navegaban con el viento de nuestros dedos sobre el mar de una mesa o del vacío en el que los hacíamos surcar.
EliminarUn tema sobre el que reflexiono con ironía y risa contenida es en la de cosas que hemos hecho y visto -seguimos haciendo y viendo- a lo largo de nuestra vida y sin embargo la de cosas que hemos dejado pendientes, sin resolver, sin afrontarlas. Y es que si en algo es tiránico en Tiempo es en que nos obliga siempre a elegir.
Octavio Paz es de los grandes. A mi siempre me gustó mucho su:
http://www.poesi.as/op17058.htm
https://www.youtube.com/watch?v=VrU_kLxW6xI
Te paso este otro enlace:
https://reptilector.blogspot.com/2019/08/fuga-de-paz-y-su-sonajero.html
Buen martes.