"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 14 de octubre de 2017

Apunte sobre un poema peregrino de Luis Cernuda















Suele decirse que toda la vida son años de peregrinaje. ¿Hacia dónde? ¿Hacia los proyectos, los planes, las normas, las fases que van del crecimiento a la vejez? ¿O hacia lo imaginario, lo sagrado, la concepción etérea, cualquier disolución de la mente en otro estado que ayude a sobrevivir? ¿Tiene todo eso algo de peregrinación a no se sabe dónde? Tengo mis dudas. Pero ¿peregrina cualquiera? ¿Se peregrina acaso en una vida cautiva? ¿O solo lo hace quien no encuentra modo de aceptar el suelo que pisa y cuanto sobre él se levanta? ¿Peregrina quien da por perdido lo que tuvo o el que nunca supo retener cuanto se le concedió? ¿Peregrina el insatisfecho o el hastiado? ¿El que pide o el que busca? ¿El que se estanca y renuncia o el que sigue la inercia de su impulso? ¿Peregrina quien nunca tuvo fe en los hombres o quien desea desproveerse de lo banal del hombre? Al peregrino vital no le esperan templos al final del recorrido ni montañas sagradas ni tierra prometida alguna. Hay más de travesía del desierto que de viaje que acapara imágenes para un álbum.   

Alejándome de los acontecimientos retorcidos y perversos que hieren y zahieren estos días, me alejé tanto a la hora nocturna que me sumergí en un algo de Cernuda. Lees a Cernuda una y mil veces y siempre es diferente lo que te dice. La letra no ha cambiado, pero  la intención que tú percibes es más receptiva. Y ya no puedes dejarlo. Cernuda no tiene extravío ni en lo que dice ni en cómo lo dice. Y la musicalidad especial, que yo encuentro severa y casi siempre sin concesiones, incita a leer una y otra vez lo escrito. El poema Peregrino no es un Cavafis alegórico y exultante que te aleja del mundo. Es una especie de Anti-Ítaca, donde se retrata el poeta español y deja la fotografía a nuestro alcance. Por si somos cualquiera de nosotros ese peregrino. 


Peregrino

¿Volver? Vuelva el que tenga, 
 Tras largos años, tras un largo viaje, 
 Cansancio del camino y la codicia 
 De su tierra, su casa, sus amigos, 
 Del amor que al regreso fiel le espere. 

 Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas, 
 Sino seguir libre adelante, 
 Disponible por siempre, mozo o viejo, 
 Sin hijo que te busque, como a Ulises, 
 Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope. 

 Sigue, sigue adelante y no regreses, 
 Fiel hasta el fin del camino y tu vida, 
 No eches de menos un destino más fácil, 
 Tus pies sobre la tierra antes no hollada, 
 Tus ojos frente a lo antes nunca visto.




6 comentarios:

  1. No había leído nunca este poema.
    Tiene su miga.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que hay mucho Cernuda que no hemos leído. Ya pondré más. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Un constante caminar, ahora un paso, ahora otro paso. La humanidad avanza con pasos de paloma y retrocede a paso de caballo.
    Abrazos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Preferible el paso de la tortuga al del cangrejo, ¿verdad? O recordemos la fábula de la liebre y la tortuga.

      Salud y mucha calma.

      Eliminar
  3. No existe mejor otra forma de vida que la de seguir adelante, que yo sepa. De lo contrario estatuas de sal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay maneras y maneras de seguir adelante. Como cosas tontas o con ciertos atractivos que en parte la imaginación y en parte la audacia cotidiana pueden aportarnos.

      Eliminar