"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 24 de julio de 2017

Dos poemas de Jorge de Sena
















Estoy leyendo una antología poética de Jorge de Sena, Serena ciencia, y no me resisto a transcribir aquí dos poemas suyos. Un poeta, novelista y ensayista portugués apenas traducido en España. De él es también la extraordinaria novela Señales de fuego, que Galaxia Gutenberg editó hace unos años. Es una desgracia para nosotros que no dispongamos nada más en castellano de uno de los mejores escritores portugueses del siglo XX. ¿Por qué no interesa traducir y editar su obra en castellano? Solo pensar en la cantidad de literatura de segundo y tercer grado que se edita y que no podamos disfrutar de la calidad de Jorge de Sena me irrita. Tendré que aprender portugués. La antología que cito la editó hace cinco años Pre-Textos en su imprescindible colección Cruz del Sur.



Glosa a la llegada del otoño


El cuerpo no espera. No. Ni por nosotros
ni por el amor. Este posarse la mano,
tan reticente e interrogando a solas
la tibia sequedad satinada,
la que palpita adivinada
en solitarios movimientos vanos;
esta caricia en la que no estamos nosotros,
sino una sed, un recuerdo, todo
lo que sabemos de tocar desnudo
el cuerpo que no espera: esta caricia
que nada conoce, nada ve, ni nada
osa temer en su temor agudo...

¡Tiene tanta prisa el cuerpo! Y ya se le ha pasado
cuando uno de nosotros o el amor llega.


























Y esta otra tan hermosa:


Esto


No quieras, no preguntes, no esperes.
Esto que pasa como vida y tú
mides en días, horas y minutos,
o como tiempo que pasa y vas midiendo
en arrugas y recuerdos y en sombrías
y plácidas visiones sólo tuyas,
a veces sonrientes, siempre sombrías;
sí: esto a lo que das nombres, que separas
de la nada en que surgió, de la que surgió;
esto que ya no quieres ni interrogas,
de lo que ya nada esperas, pero que quieres,
por lo que preguntas siempre, por lo que esperas;
esto, que no eres tú ni va contigo
ni se queda cuando marchas; en lo que no piensas
porque al medirlo mides tan sólo y
no haces otra cosa que medir  -sólo esto,
apenas esto, esto únicamente:
no quieras, no preguntes, no esperes:
poco o mucho, es todo lo que te queda".


(Jorge de Sena, Lisboa, 1919/ Santa Barbara, USA, 1978. Ambos poemas pertenecen a su poemario Fidelidade, en traducción de Martín López-Vega)



21 comentarios:

  1. La lengua portuguesa resulta enormemente musical y armónica, a mi modo de ver. Mejor leer/sentir la melodía del verso original como guía conductora del concepto básico que encabeza el titulo de la obra.
    Lástima que mi persona no disponga de vena poética porque sería la mas adecuada para escribir sobre una meditación sobre la experiencia vital como parte de un presente continuo aparente inserto en una biología mutante. Llevo tiempo considerándolo, ya se verá, cuando ande tranquila. Vivir en tantos planos a un tiempo me resulta bastante mareante y la mente no "presta" para los más sutiles. Menos mal que no me disgustan los hábitos propios de mi circunstancia...de lo contrario: un tormento. Cuando me hartan me rebelo a tope. Y ha ocurrido en mas de dos ocasiones ...y tres también!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. http://www.citador.pt/poemas/a/jorge-de-sena


      Te adjunto un enlace de poemas de Jorge de Sena en portugués. Estoy de acurdo en las características que percibimos de la lengua portuguesa, me pasa lo mismo. Respecto a tu falta de vena poética...bueno hoy día la poesía es muy libre formalmente y lo que hay que hacer es despojarse de nuestras expresiones rígidas e iracundas habituales y reconducirlas de otro modo, por ejemplo. Tampoco es obligatorio escribir en poesía. Es de lo más difícil, pero a veces es un curso natural y quien más o quien menos, si no se deja marcar por cánones y normas y otros ejemplos vivos, logra su expresión. Por lo demás, calma, estamos condenados a desdoblar nuestros planos como manera de que sean menos planos, jej.

      Eliminar
    2. Las y los escritores vivimos en varios planos, a ratos nos desdoblamos, en paralelo, nos dispersamos de nosotros y también nos llegamos a extraviar. Es cuando nos reconocemos en las historias de otros que nos encontramos,en un asombro constante.

      Eliminar
    3. Por supuesto que los que escribimos (nada más lejos de mi pretensión considerarme escritor) lo hacemos por algo. Y aquí se abre un abanico de motivaciones conscientes o subconscientes que nos entretienen, cada cual sabe cuáles son. Pero fundamentalmente no escribimos para otro lector que no sea uno mismo, que diría Wallace Stevens. Naturalmente hay testigos, lectores de libro (no es mi caso pues nada he publicado en tal formato) o de blogs o de hojas sueltas que puedes dejar a un íntimo. Estoy de acuerdo en que como saltimbanquis los escribientes, y uno no pasa de aficionado, nos doblamos, desdoblamos, cogemos caminos tangenciales, laterales o sinuosos, salimos desde dentro y retornamos tras las piruetas, nos perdemos sin duda...todo sea por sentirnos a gusto en nuestra propia complacencia formal, o de conjurar demonios íntimos o no tan íntimos, y créeme para mí esto de pergeñar frases y pequeños textos es ejercicio, desarrollo o mera mención de ocurrencias (recuerda a Kenko Yoshida), algo que mi sistema biológico me pide como me pide andar, comer, etc. Sí, naturalmente que nos reconocemos en las historias de otros, pero a ciertas edades nos priva más dejarnos seducir por cómo cuentan otros las historias que por las historias en sí mismas. En esa práctica llega un momento en que no distinguimos los grados de ficción posibles. Es lo bueno que tiene tratar de escribir (y sobre todo de leer) Llegar a trascender nuestro pensamiento e imaginación (nada que ver con metafísicas, oye) y percibir sensación lúdica o al menos satisfacción en la medida de lo posible. Los caminos de las sensaciones y de la búsqueda del conocimiento son ilimitadas.

      Gracias, Anónimo, me interesó tu comentario. Puedes seguir pasándote por el blog cuando gustes.

      Eliminar
  2. Gracias por citarlo.
    Una lectura pendiente.
    Salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me está resultando muy interesante, tanto su novela como esta poesía. Hay tanto que desconocemos...Salut.

      Eliminar
  3. La lengua portuguesa "oral" me resulta familiar porque mi familia política, en concreto mi suegra, con la que siempre tuve afinidad, era oriunda de Olivença, casi tierra portuguesa. Pasé largas vacaciones por allá siempre unidas a continuas incursiones a Portugal (para comprar café, toallas y loza p.e. jaaasjj). Por tanto por las venas de mis hijos debe correr tanto sangre lusa como mediterránea. Eje E-W. combinado en el centro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Olivença, siempre a caballo de dos monarquías. ¿Serán alguna vez las tierras de quienes las habitan y no de Estados, monarquías o iglesias? Olivença, acá Olivenza, es una espinita que tienen aún clavada algunos lusitanos. Que corra la sangre, eso, ¡pero en las venas! Un abrazo.

      Eliminar
  4. Me encantó conocerlo, no sabía de él.
    Leo portugués, algunas palabras las busco en el diccionario para entender su significado. Es muy musical, sí.
    Gracias por compartirlo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que dar a conocer lo que merece la pena. Por extraños y oscuros motivos hay escritores que se nos ocultan, y más si obra traducción por medio. Gracias, Dana.

      Eliminar
  5. Es curioso que encontráis la lengua portuguesa musical..a mí el castellano me suena bastante más musical, y agradable a los oídos (sin embargo, si quieres podría ayudarte a aprender portugués, y así también estudiaba yo...)

    Reflexiono sobre los poemas, muy vitales los dos. Estoy de acuerdo que el cuerpo no teme. No! El cuerpo tiene mucho valor y clama, porque quiere ser sano. Pero ayyy del cuerpo que existe la mente, que le niega una y otra vez la realización de sus aspiraciones...el cuerpo casi siempre pierde, supongo, y queda en silencio -silenciado- si no enfermo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo es cuestión de percepciones en eso de las lenguas ajenas. De momento no tengo intención de aprender nada, era una manera de hablar, gracias.

      La mente es cuerpo también, y no tengo intención ni fuerza para hacer tesis alguna ahora sobre el tema. Basta reflexionar en ello. Lo único que hace perder de verdad al ser humano, al individuo, es el paso del tiempo, incluido el interior y su desgaste.

      Eliminar
    2. La mente no debería estar opuesta al cuerpo, en esto estoy de acuerdo, pero no siempre es así. Y de ahí el desgaste, sobretodo respecto a cosas que deberían pasar con el paso del tiempo pero no pasan, quedan en el cuerpo y le van imprimiendo heridas y dolores.

      Eliminar
    3. Das en la clave. Realmente eso es la vida, no otra cosa. Difiero contigo en que no todo lo que no realizamos permanece como herida, complejo o frustración. Como tampoco lo que nos aporta o produce placer es eterno. Simplemente la vida.

      Eliminar
    4. No permanece porque nada es eterno en la vida, un día se logra la cura, aunque tarde muchísimo y nos rienda muchas lágrimas. Cada cual tiene su tiempo para aguantar el dolor y sobrepasarlo.

      Eliminar
  6. La estrategia de postergar para un futuro propicio la posibilidad del placer, del amor o del disfrute en buena compañía es una trampa en al que a aveces caemos sin considerar que el tiempo es tan tirano como para que las arrugas y las canas nos lleguen antes de lo que imaginamos. Una actitud sabia es tratar de conciliar cuerpo, mente y espíritu para que su natural evolución no nos desequilibre.
    Gracias por acercarnos a este escritor, no lo conocía.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. ¿Quién no ha caído alguna vez en esa estrategia o vive más menos de continuo en ella? El tiempo es lo que fuimos, sin duda. Conciliar, armonizar, equilibrar...verbos deseables pero no siempre conjugables. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Perdóname volver por aquí, es que creo que no has interpretado bien algo de lo que he expresado aquí o en otros lugares. Nunca he dicho que lo no realizado siempre permanece, como herida o frustración. Nada permanece siempre, la vida es fluida y mutable por naturaleza, a cada día somos diferentes de lo que fuimos ayer.
    Ya te has enamorado perdidamente de alguien? Digo perdidamente que significa no tener control sobre tus sensaciones del cuerpo, sentirse enteramente invadido y arrastrado por esa ola violenta y alucinante, que te arranca los pies del suelo y dentro de la cual flotas y respiras por los poros. No es algo obvio, lo sé, a mí incluso solo ha pasado una vez. Si acaso sabes lo que es eso, entenderás que sí lo no realizado permanece como llamada a través del tiempo, años si es el caso, SIEMPRE QUE la llama todavía sigue encendida para los dos lados. Si acaso se apaga para uno de los dos...nada es eterno, Fackel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues siento si no he interpretado algo bien, qué se le va a hacer. Y el tema de los apasionamiento no se limita al asunto amoroso, ni mucho menos, hay cantidad de objetivos, atracciones sociales, objetivos y creaciones que suscitan nuestro apasionamiento y que nos llevan a concentrarnos en ello, porque también nos proporcionan placer. Leer, estudiar, pensar, escribir, tener amigos y charlar...todo eso lleva implícita una cierta dosis de interés, atención y apasionamiento, y siempre bajo control. Son temas complejos y largos que ahora mismo no me siento capacitado para desarrollar, porque además supera los límites y la pretensión de la entrada del blog. Nada es eterno y por supuesto los que hemos bebido de Heráclito sabemos que las aguas no pasan dos veces por el mismo río, pero sí que creemos en que la corriente debe fluir y adaptarnos saludablemente a su curso.

      Eliminar
  9. Cierto. Enteramente de acuerdo.

    ResponderEliminar